TODAVÍA no hemos celebrado los Tosantos pandémicos de este año cuando ya puede verse una parte del montaje de la iluminación navideña en Cádiz. ¿Va a resultar que el enemigo de los Tosantos gaditas no es el Halloween yanqui, sino la Navidad kichiana? No, no todavía. Lo desmiento: Kichi y los suyos no van a celebrar la Navidad antes que los Tosantos, ni están preparando unas fiestas típicas navideñas fuera de temporada. Tampoco es cierto que vayan a montar los Juanillos antes del domingo de Piñata estival. Cuando publiqué el artículo El calendario kichiano (ver Diario de Cádiz, 29 de septiembre de 2021), algunos pensaron que era una exageración. Pero al ver los adornos de Navidad en el mes de octubre, mientras hay gente bañándose en las playas (son los Jartibles del Verano) se ponían los vellitos de punta.

 

La concejala de Comercio y Mercados, Montemayor Mures, explicó que la iluminación de la Navidad será inaugurada el 26 de noviembre. Es decir, la podrán admirar para el Black Friday. Un año la inauguraron tarde, y ahora se están pasando de temprano. No es un caso único en España. Otros alcaldes están adoptando también sus propios calendarios. El más ridículo ha sido el alcalde de Vigo y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias, el ex ministro Abel Caballero, del PSOE, que empezó a montar la iluminación navideña el 4 de agosto. La Navidad, como el Carnaval, es una fiesta de origen religioso. En Cádiz van a encender las luces un mes antes de la Nochebuena. Dos días antes del primer domingo de Adviento. Será como un calendario de Adviento luminoso. Por si no lo saben, en Adviento, cada semana se enciende una vela. Son cuatro.

Así que lo de empezar a encender luces desde el 26 de noviembre no es lo más común en Cádiz, pero se puede bendecir con reservas. Montemayor Mures dijo unas palabras inquietantes: “Volveremos a tener pista de hielo, feria de la artesanía, ludoteca, actuaciones en la calle, espectáculos y talleres”. Es decir, en contra de lo anunciado por el reputado epidemiólogo doctor Kichi, en Cádiz no habrá ola, y se podrá hacer de todo en Navidad, como si no hubiera pandemia, porque así lo han pedido los comerciantes. Pero dos meses después, en febrero, no se podía hacer un Carnaval como los de toda la vida, por la pandemia, y trasladaron el concurso a mayo y las Fiestas Típicas a junio.

Cádiz es una cajita de sorpresas. Ya nadie se extraña de nada. Ni de montar las Fiestas Típicas en junio. Ni de ver un árbol navideño para Halloween en la plaza de la Catedral. Ni de celebrar mal los Tosantos.

José Joaquín León