EL Carnaval de Cádiz de 2022 va a resultar esperpéntico. Es discutible que se suspendiera oficialmente en febrero. Habrá agrupaciones en las calles cantando en las fechas propias del Carnaval, que coinciden con el puente del 28 de febrero. Habrá ambiente de fiesta. Ergo habrá Carnaval. La evolución de la pandemia lo permite. El Gobierno ya ha aprobado que la gente esté al aire libre sin mascarillas. Aunque esos días, y en las bullas, conviene ponérselas. Un grupo de carnavaleros, encabezado por Miguel Villanueva, presidente de los Autores, ha levantado la bandera del Carnaval callejero en febrero. Y el alcalde Kichi lo tendrá que asumir en sus competencias. La Cabalgata también hubiera podido salir el 27 de febrero, como salió la de los Reyes Magos el 5 de enero.

Por tanto, fue un error trasladarlo a mayo y junio. En esas fechas no puede haber Carnaval, excepto que 2022 sea un año con dos carnavales, algo absurdo. En primavera organizarán unas Fiestas Típicas Gaditanas. Y, aunque la gente salga a las calles, no se debería presentar como un Carnaval, sino como una fiesta carnavalesca, similar a las organizadas otros años. Por ejemplo, cuando salieron los coros, en julio de 2012, en un carrusel con motivo de la Gran Regata. O cuando han cantado comparsas y chirigotas en el Paseo Marítimo y en la glorieta antes llamada del Ingeniero La Cierva.

Este problema ha surgido por el concurso del COAC en el Gran Teatro Falla. Es cierto que la pandemia complicaba los ensayos. Es cierto también que ahora no están prohibidos los espectáculos en teatros. Y que se han celebrado, incluso en el Falla. También es cierto que el COAC de la primavera de 2022 va a tener menos participación que en los últimos años. Algunos coros, que forzaron el aplazamiento, tampoco van a concursar en primavera. Otros sí. Pero habrá notables ausencias. No estarán los coros de Julio Pardo y Los Niños, ni la comparsa de Tino Tovar, ni la chirigota del Selu, entre varios grupos punteros.

¿Otro Carnaval era posible en 2022? Pues sí. El Ayuntamiento podía haber suspendido el concurso de 2022. Organizar un Carnaval en la calle, en la fecha prevista en el calendario, como de facto va a ocurrir. Y programar unas sesiones carnavalescas en el Gran Teatro Falla en mayo y junio, con las mejores agrupaciones y cobrando. Incluso montar tablaos en las calles un fin de semana. Y respetar las fechas de otras fiestas, como el Corpus, sin organizar un segundo Carnaval ni tolerar Jartibles fuera de fechas.

A ver si aprenden la lección: el Carnaval tiene sus días marcados en el calendario.

José Joaquín León