ENTRE los grandes problemas de Cádiz están los tópicos y las fantasías. Estamos acostumbrados a escuchar tópicos, como si fueran verdades absolutas. Y eso la aleja de la realidad. Por eso, Cádiz suele ser un lugar ideal para las fantasías y las utopías sin fundamentos. Es difícil avanzar, mientras nos olvidamos de la ciudad real. Para colmo, al equipo de gobierno municipal, que encabezan Kichi y Martín Vila, le ha dado por decir que son los únicos que tienen un modelo de ciudad. Cuando no saben ni pedir fondos europeos Next Generation. Aquí, cuando surge un problema, no intentan solucionarlo, sino que politizan las culpas.

Uno de los tópicos frecuentes es la despoblación de Cádiz, causada por la pérdida de habitantes en el casco antiguo. Todos los gaditanos saben que el casco histórico contaba con unos barrios (Santa María, La Viña, los Callejones, San Juan), donde la gente malvivía, hacinada y en condiciones intolerables. La población de hace 50 años estaba hinchada por la infravivienda. Tampoco es fácil crecer cuando los jóvenes huyen por falta de empleos. La población envejece y la tasa de natalidad ha bajado mucho en España. A eso se suma que Cádiz dispone de escaso terreno para promociones inmobiliarias. ¿Cómo se va a crecer?

El nuevo alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, del PSOE, dijo que la única posibilidad que tiene su ciudad de crecer es con la construcción de más pisos. En Sevilla capital también han perdido habitantes y no pasan de los 700.000. Muchos vecinos se han ido a Dos Hermanas y a los pueblos del Aljarafe. Es un fenómeno que sucede en otras ciudades, incluso en Madrid. En el cinturón de la capital de España crecen pueblos que tenían 10.000 habitantes hace 50 años, y que ahora cuentan con más de 100.000 vecinos. No sólo los pobres se mudan a las periferias. En el entorno de Madrid están los municipios con la renta más alta de España, como Pozuelo de Alarcón, Alcobendas, Boadilla del Monte y Majadahonda.

Sevillanos, cordobeses y otros andaluces compran viviendas en Cádiz, también bastantes madrileños, extremeños, vascos… Y extranjeros. Sería de imbéciles rasgarse las vestiduras por eso. El gaditano puro de linaje no existe. En Cádiz, si se hace el árbol genealógico hasta los bisabuelos, es muy raro que todos los antepasados hayan nacido en la ciudad. Basta con ver los apellidos y recordar a las familias.

Despotricar del turismo es otra necedad. O pensar que Cádiz se arregla peatonalizando la plaza de España y eliminando las terrazas, excepto en el barrio del alcalde. Es un catetismo triste, que da pena.

José Joaquín León