DESDE la Transición democrática, en Cádiz hemos tenido cuatro alcaldes: Carlos Díaz (PSOE), Teófila Martínez (PP), José María González Kichi (Izquierda Gaditana de Adelante, o lo que sea) y Bruno García (PP). Todos han organizado grandes regatas. La de este fin de semana, la pidieron con Kichi y la han rematado con Bruno. Cualquier alcalde o alcaldesa de Cádiz se pirra por montar algo vistoso en el muelle. Dicen que la ciudad vive de espaldas al puerto. Esto se dice desde que lo aprovecharon para derribar las antiguas murallas en 1906. Pero la gente que se pone de espaldas es porque no quiere mirarlo de frente.

En el muelle organizan grandes regatas y lo que haga falta. Llegan cruceros, construyen la terminal de contenedores, hay espectáculos con Manuel Carrasco o con Myke Towers, el de Lala, la canción del verano, y han ampliado el aparcamiento. Todo lo que se hace en el muelle es criticado en la ciudad que vive de espaldas al muelle: las grandes regatas, los cruceros, los recitales, los aparcamientos… Con eso ya se cuenta. Porque en Cádiz se critica que no se hace nada y todo lo que se hace.

La primera Gran Regata se dedicó a Colón en 1992. Todavía don Cristóbal no había caído en desgracia, y se le consideraba como el gran hombre que descubrió América, no como un asesino de indígenas. Así que el Ayuntamiento socialista de Carlos Díaz pudo organizar aquel gran evento, que fue de repercusión externa, ya que aquel año 1992, con motivo del V Centenario del Descubrimiento de América, Barcelona organizó los Juegos Olímpicos, Sevilla la Exposición Universal y Madrid fue Capital Cultural Europea. A Cádiz le tocó aquella primera Gran Regata. Gobernaba en este país don Felipe González, ese socialista al que ahora le cuesta trabajo votar a los socialistas.

Cuando estaba Teófila Martínez de alcaldesa, se decía que las grandes regatas servían para distraer a la gente de los muchos problemas que padece Cádiz, y que ese dinero se debía gastar en ayudar a los pobres. Cuando estaba Kichi de alcalde, ya no se dijo eso, y se recordó que contribuía a generar ingresos en la ciudad y a promocionarla. Ahora no sé lo que dirán.

Esta Gran Regata cuenta con 15 barcos. Esta vez habrá actuaciones de Carnaval, entre otros espectáculos, lo que no siempre ha sucedido. Volverán a llenarse los aparcamientos y habrá atascos de tráfico. Esta es la quinta vez que la Gran Regata llega a la ciudad en 31 años. Cádiz será el punto final. Non plus ultra, como dice el escudo. Significa que todo lo que existe más allá del faro no merece la pena.

José Joaquín León