DESDE los tiempos de Manuel Irigoyen, el Cádiz CF es un club con mucha literatura. Con abundantes cuentos, en especial. Con bastante poesía, en según qué momentos. Y con una narrativa que sitúa al Cádiz muy por encima de lo conseguido con sus resultados deportivos. Por ejemplo, jamás ha disputado una competición europea, pero es uno de los clubes españoles que entró en el top 10 de la venta de camisetas. Ahora su literatura se engrandece con un nuevo libro, Eso no estaba en mi libro del Cádiz CF, del que es autor Pedro M. Espinosa, periodista de Diario de Cádiz, y que ha sido publicado por Almuzara, la editorial presidida por el escritor y ex ministro Manuel Pimentel.

Almuzara ofrece una colección que se denomina Eso no estaba en mi libro de… Incluye las más variadas disciplinas, desde la historia del imperio español a la Casa Real, o desde la historia de la música a la guerra civil, o desde la botánica al Antiguo Testamento, o desde el automovilismo al boxeo. En lo que concierne al fútbol, sólo han publicado hasta ahora tres libros, referidos al FC Barcelona, Real Madrid y Athletic de Bilbao. Son los tres únicos clubes que no han bajado nunca a Segunda. Por ello, que el libro del Cádiz CF sea el cuarto tiene mucho mérito, considerando que ha bajado incluso a Tercera División, y que se acopló estupendamente a la Segunda B en temporadas no lejanas. O que ahora, en Primera, jugó el domingo contra el Real Madrid con un portero cojeando.

Pedro Manuel Espinosa actualmente es redactor jefe de la sección de Provincia. Pero cuando yo lo fiché para el Diario, procedente de La Voz de Cádiz, era un periodista deportivo muy acreditado. En realidad, sigo pensando que es un excelente periodista deportivo ante todo. Y que está jugando en un sitio equivocado, como esos extremos a los que ponen de laterales, o esos centrales que son alineados de pivotes, por las circunstancias del juego, que siempre mandan.

El realismo mágico del Cádiz CF impregna este libro, que posiblemente es el mejor que se ha escrito sobre el club, y que me disculpen los autores de otros libros cadistas. Desde que llegó Mágico González, la leyenda se agrandó. Y se tergiversó bastante también. Con el realismo mágico suele pasar eso, como saben los lectores de Gabriel García Márquez: vuela la imaginación, y ya no se frena hasta que pasen cien años de soledad.

Este libro, de recomendable lectura, vuela, pero también aterriza. Y nos reafirma en la idea de que ser del Cádiz es una cuestión de fe. Pues que exista el Cádiz es milagroso.

José Joaquín León