TODOS los años, cuando inauguran la iluminación navideña, se especula con la evolución del comercio en Cádiz. La capital fue una ciudad comercial, pero ha ido a menos, ya que los principales centros comerciales del entorno de la Bahía están en Jerez de la Frontera y San Fernando. En Cádiz, no existe ningún gran centro comercial al estilo de Bahía Sur, que funciona como tal para la capital. Y fracasó la intención inicial de arropar al CC Bahía de Cádiz, de El Corte Inglés, con un entorno adecuado en el barrio de Astilleros, donde Inditex instaló tiendas y donde primero inició su espantá de Cádiz. Ahora el comercio gaditano, como la ciudad, se divide entre el centro histórico y los extramuros. El Corte Inglés se quedó junto al puente nuevo, como una isla, que funciona por sí misma.

Sin embargo, en la evolución comercial del casco antiguo y extramuros hay diferencias. En el casco antiguo parece que va a menos y en extramuros parece que va a más. Pero hay que matizarlo. Me refiero básicamente a los consumidores locales; o sea, a los vecinos de la ciudad. Es natural, porque en extramuros viven más personas jóvenes, con más niños, con mejor renta, y en pisos más nuevos que en el casco antiguo. Por el contrario, en el centro histórico hay más turismo y forasteros. Así el comercio del centro depende más del visitante y ya no atrae a tantos gaditanos beduinos.

La decadencia del casco antiguo se puede ver en los locales cerrados. Los nuevos negocios que abren apenas son bares y cafeterías. Las tiendas de Inditex de Amancio Ortega, tras el éxodo de Astilleros, también fueron cerradas en el centro de Cádiz, a excepción de Stradivarius, en la calle Novena, aunque asimismo mantiene esa firma en la Avenida, frente al hospital Puerta del Mar. Si en Cádiz no hubiera turismo (que, afortunadamente, no irá a menos en los próximos años, no se alarmen), la Avenida podría aventajar a la calle Columela como zona comercial en poco tiempo.

En esta evolución afecta que un sector de gaditanos se está acostumbrando a no desplazarse desde Puerta Tierra al centro para comprar, tal como ocurría en otros tiempos. En ello influyen los problemas de aparcamiento. El consumidor acude donde hay más comodidad para comprar y mejores ofertas. Y si no puede ir al centro en coche, o no paga un taxi, pues va andando cerca de su casa, o se pira de Cádiz. En bicicleta o patinete no es costumbre salir de compras. Y, además, está Amazon.

El comercio del casco antiguo sufre un problema grave. Y puede ser peor, si no se actúa con realismo.

José Joaquín León