DESDE hace muchos años, no se ha visto aquí una obra pública con tanta celeridad como la del Eurovelo 8, entre Cádiz y San Fernando. Habían protestado los ecologistas, pidiendo la paralización de las obras, y antes de que dijeran pío, pío los chorlitejos, ya estaban terminadas. Sanseacabó… Han quedado bastante bien. Y, si algunos de los protestantes se dan una vueltecita por allí, verán que ya hay ciclistas, runners y caminantes. Y que las dunas de Cortadura están cercadas y no se pueden pisotear, ni convertirse en refugio para el vicio, como antes. En este caso, la Junta de Andalucía se ha comportado como era debido. La obra tenía el dinero europeo concedido por Bruselas. Así que vámonos que nos vamos.

Y ya se han ido allí los ciclistas, para los que se ha construido Eurovelo 8. Esto hay que decirlo claro: es un carril construido para ciclistas, aunque en el cartel de entrada también se define como peatonal. Y se está utilizando como una ruta de senderismo. Asimismo, pasean a perros, cuya presencia en las dunas está prohibida, porque asustan a los chorlitejos. ¡Ojo a ese detalle! De momento, no hay bullas. Ni vigila nadie. Pero se debe entender que la prioridad es para el ciclista. Y sepan que se puede ir en bicicleta desde Cádiz a San Fernando, pero eso es sólo una visión cortita del asunto. Pues el proyecto del Eurovelo 8 de Cortadura no termina en San Fernando, sino en Atenas, la capital de Grecia. Y, más allá, porque se puede seguir hasta Chipre.

El Eurovelo 8 discurre desde la capital gaditana a la capital griega por el corredor del Mediterráneo. Me recuerda a la canción Mediterráneo, de Joan Manuel Serrat, si bien, en este caso, no llega de Algeciras a Estambul para que pinten de azul las largas noches de invierno, sino de Cádiz a Atenas. Antes de llegar a Algeciras, en la provincia, el Eurovelo 8 incluye dos etapas: Cádiz-Conil y Conil-Facinas. Y después hay una tercera de Facinas a San Roque y una cuarta de San Roque a Estepona. En total, son 5.900 kilómetros por Europa y atraviesa nueve países. Como siempre, Cádiz está al final, lo último, en el Non Plus Ultra.

Pero esta vez ha sido muy bien considerada. Pues no todos los tramos están ya construidos. Y no todos se han ejecutado a esa velocidad de tumba abierta, que puso en marcha la Junta de Andalucía. Se ha cumplido, una vez más, el proverbio: hay obras donde hay dinero. Y donde no hay dinero, crecen jaramagos, como en el solar de Puntales.

Por ese solar de Puntales no pasa el Eurovelo 8, que ha puesto a Cádiz en el mapa europeo de las bicicletas.

José Joaquín León