A ver qué partido tiene lo que hay que tener para reclamar oficialmente que el aeropuerto de nuestra provincia sea compartido y se denomine de Jerez-Cádiz. En esta polémica, se corre siempre un velo de cobardía, porque los partidos que nos gobiernan y hacen oposición son igual de catetos que algunos habitantes de nuestra provincia. No vale decir en Cádiz que esa propuesta les parece muy bien y nos beneficia. Y decir en Jerez que nunca la apoyarán porque es muy mala y les perjudica. O no decir nada, y hacerse los locos, que es la mejor forma de  lavarse las manos en modo Pilato, que no sale en las magnas marianas. Este asunto parece que no va con nadie, a pesar de que un empresario de Cádiz, Emilio Medina, por considerarlo muy beneficioso para el Puerto, se lo propuso al consejero de Turismo, Francisco Javier Fernández, que dijo lo propio del caso. Le parece bien... si se ponen de acuerdo. O sea, balonazo fuera de banda.

Sobre esto ya escribí el jueves pasado, pero añado algunos detalles. No se trata de una reivindicación imperialista gadita. No se trata de que los de Cádiz-Norte, comandados por su gran jefe Manolo Santander, y las de Cádiz-Sur, que son beduinos, se propongan una conquista de los territorios jerezanos de La Parra. Por el contrario, un aeropuerto de Jerez-Cádiz estaría en línea con una costumbre que es común en otros países. Compartir los aeropuertos no es un invento gaditano, a diferencia de tantas otras curiosidades que sí lo son.

Por citar algunos casos, en Italia tienen el de Florencia-Pisa, el de Bérgamo-Milán, o el de Roma-Ciampino. En la capital francesa, funciona como uno de sus aeropuertos el de París-Beauvois. En Alemania, entre otros, está el de Frankfurt-Hahn. En la capital de Bélgica y de la Unión Europea utilizan el de Charleroi-Bruselas. En Polonia, está el de Cracovia-Katowice. Y así hay muchos más, por todo el mundo mundial. Sin olvidarnos de que Barajas fue un municipio (ahora engullido) donde se construyó el aeropuerto de Madrid. Igual que el de Barcelona se ubicó en el  municipio de El Prat.

Las compañías de bajo coste, como Ryanair, utilizan mucho esa fórmula, con aeropuertos situados en radios de hasta más de 100 kilómetros de las grandes ciudades. O sea, que nuestro aeropuerto incluso podría ser de Jerez-Cádiz-Sevilla, el triángulo del arte, que inspiró un coro de Luis Rivero.

Pues ya verán el trabajito que costará llevar esto adelante. Siempre por lo mismo que tanto perjudica a esta provincia: por catetismo y por cobardía.

José Joaquín León