LOS periódicos progresistas, empezando por El País, dejaron de publicar inocentadas el 28 de diciembre al aflorar la Transición. En los tiempos de Franco, como no se podía criticar al régimen, había que recurrir a lo satírico y las alegorías. De ahí el éxito de La Codorniz, la revista de humor que empezó Miguel Mihura en 1941 y popularizó Álvaro de la Iglesia hasta 1977. En la Transición se inició el declive de las inocentadas. Era normal, porque los periódicos publicaban noticias que parecían inocentadas todo el año. Y hoy la política española ¿qué es? Una inocentada perpetua. La amnistía de Puigdemont que sigue en el exilio, el supuesto cupo catalán, el apagón del que nunca se supo, Cristóbal Montoro siete años después y todos lo sabían, Santos Cerdán con sus amigos y Pedro no sabía nada…

Sin embargo, en clave gaditana, también leemos aparentes inocentadas a diario en el Diario. Estos días hemos saboreado varias, como que el Trofeo Carranza lo van a disputar el Cádiz y el Córdoba, dos equipos de Segunda. O que alcanzaron un preacuerdo en la huelga de autobuses de Cádiz, pero siguieron los paros y fue rechazado el acuerdo sindical. Surrealismo puro.

Y en esas, a finales de julio, aparecen dos inocentadas de gran categoría, que diría el recordado Juan Manzorro desde su calle junto a Canal Sur. Una de ellas es la siguiente: “Así será el hotel Puerto América 5 estrellas Gran Lujo de Cádiz, planta a planta”. Y luego, en el reportaje del Diario digital, vemos las fotos en colores de las instalaciones de este hotel. Una maravilla. Puerto América como si fuera un resort de Bali. Ya Cádiz no es La Habana con más salero, sino que será Bali junto a la Bahía. Aquí todo es inteligencia artificial, como la detención de Obama delante de Trump. ¡Y aún no tiene licencia!

Y la mejor de todas las inocentadas de julio: “El Ayuntamiento de Cádiz pide un préstamo para comprar el suelo del nuevo Hospital de la Zona Franca”. Esta también es de gran categoría, en el ranking de las inocentadas, pues Bruno García hace como que va a comprar un piso de la torre Abu, y pide una hipoteca para el Ayuntamiento. Mientras el propietario del solar, que es la Zona Franca, dice que con esta compra se puede retrasar el proyecto varios años. ¿Más años todavía? En Cádiz la historia se mide por siglos. Espero que pronto elaboren una inteligencia artificial de cómo será el hospital planta a planta, con sus camas, sus quirófanos, y con la visita de los Reyes Magos el 5 de enero.

Seguiremos informando y publicando inocentadas para los lectores inteligentes.

José Joaquín León