TENEMOS otro disgusto en Cádiz. El ajetreo del Carnaval no se reduce a las dimisiones de los Autores. Durante varios meses podemos vivir con una enorme inquietud: la fórmula de elección del jurado del Concurso Oficial de Agrupaciones de Carnaval (en adelante, COAC) fue mal acogida. Los colectivos de la fiesta disienten. Esto es muy duro, y dejará sin dormir a un sector de la ciudadanía. Pues no es lo mismo que esté en el jurado su primo Enrique o su cuñado Manuel. Por el contrario, se ha difundido menos un gran éxito: el sistema de puntuación se aprobó “por consenso” en la Junta del COAC. Increíble, pero cierto.

Fue una decisión “en la que todos cedieron algo”, según explicó María Romay, la concejala de Fiestas. Sin embargo, os digo: ser miembro del jurado no se puede sortear. Cualquiera no sirve para tan alta misión. Será necesario tener algunos conocimientos, incluso matemáticos, pues se aplicarán coeficientes aleatorios. Hay que cuadrar esas cuentas, sin que falte un decimal.

Aunque en la preliminar del COAC será más sencillo. Como se ha explicado, las agrupaciones serán puntuadas con Apto o No Apto. Igualito que los niños en el colegio. Apto significa que pasas a los cuartos de final. Y No Apto que pasas a la ilegalidad callejera del tirón. Una vez aprobados o cateados, no arrastrarán puntos a los cuartos de final. Ese peso que se quitan de encima. Los miembros del jurado necesitan una visión general preliminar. Sin empezar a puntuar a tontas y a locas, como antes.

En 2017, como presidente del jurado, pusieron a uno de letras, a Juan José Téllez, que es el director del Centro Andaluz de las Letras. Nadie mejor que Juanjo para entender las letras de las agrupaciones. Pero en 2018 ya no vale. Hará falta uno de ciencias. Pues la aplicación de los coeficientes sabemos que te la hace el sistema informático, pero esto tiene su intríngulis.

¿Qué diría El Quini? Hubiera montado un circo de leones fieros, si se entera de que a la presentación del coro le aplican un coeficiente de 0,6; a los tangos un coeficiente de 2,2; a los cuplés un coeficiente de 0,9; a los estribillos, un coeficiente de 0,3; al popurrí, un coeficiente de 2; y al tipo, un coeficiente de 0,6. De ahí sale que cada vocal puede aportar un máximo de 100 puntos.

Ahora viene la pregunta del millón. Entre todos los coeficientes del Carnaval, ¿cuál será el mayor? Respuesta: el de la parodia de los cuartetos, que alcanza el 4,4; con un máximo de 44 puntos por vocal. 

Así avanza el Carnaval, con consenso o a las bravas. Ahora falta por conocer a ese jurado que aplicará la ciencia a las coplas.

José Joaquín León