SE sabe, desde tiempo inmemorial, que Cádiz es una ciudad imaginativa y ocurrente. El ingenio, la fantasía, la creatividad están presentes por doquier. Algunos dicen que nos iría mejor, si eso se aplicara con fines útiles. No obstante, en eso consiste el Arte, que no es utilitario. A pesar del Arte, aquí se ha visto algo que no podíamos sospechar. El alcalde González ha invitado a diversos colectivos, autoridades y personas respetables de la ciudad a visitar el futuro Museo del Carnaval, en una antigua casa palacio donde todavía no se ha inaugurado dicho museo. El propio alcalde ejerce como guía, una vocación que se le desconocía. Es admirable que los visitantes le siguen la corriente, y se comportan como si hubiera un museo.

Estas visitas crean nuevas posibilidades para dinamizar la ciudad. Esto parecería increíble, si no fuera real, pero lo cierto es que el alcalde González invitó a colectivos y representantes de la fiesta a unas primeras visitas, a las que acudieron Miguel Villanueva, Faly Pastrana, Antonio Procopio y otros carnavaleros Posteriormente, las amplió a otros grupos y personas de prestigio gaditano. A todos los cuales, el mismo alcalde, personalmente, les mostró las dependencias del Palacio de Recaño. Aquí se pondrá esto y allí lo otro. Fijarse qué bonito. Para rematarlo, han organizado actuaciones en el auditorio del futuro museo. Y, por cierto, no olviden que el Teatro de la Tía Norica (antes Cómico) está a dos pasos. Pero, de momento, lo que se puede ver es el Palacio de Recaño propiamente dicho. El Museo a lo mejor se inaugura antes de las elecciones municipales, pero todavía es ficticio.

Como en Cádiz hay pocas inauguraciones verdaderamente auténticas, se podría extender la costumbre. Visitas a lo que algún día será, pero todavía no es. Me ha extrañado que el Consejo Local de Hermandades y Cofradías no haya protestado por la discriminación sufrida. Pues hubiera sido consecuente que el alcalde invitara a Juan Carlos Jurado y demás miembros de la Permanente, e incluso a los hermanos mayores de las comisiones, a una visita guiada al Museo Cofrade, en los antiguos Talleres de Velasco. Total, allí tampoco hay nada que inaugurar. Por visitar, que no quede.

Aunque supongo que su sueño dorado sería que Susana Díaz lo acompañe a visitar el Museo del Carnaval inexistente; y, de paso, a otros museos inexistentes que algún día abrirán en la ciudad de Cádiz. A ver si la Junta de Andalucía le pone el dinero, en modo Camarón de la Isla, y el alcalde pone la cara para salir en las fotos de las visitas.

José Joaquín León