ESTÁ muy bien que se forme un frente popular en común para defender que concedan a Cádiz los 15 millones de la Edusi. Desde Podemos y sus socios de Ganemos al PP, pasando por Ciudadanos y el PSOE, todos los partidos unidos. El alcalde, la concejala Laura Jiménez y los portavoces se hicieron una foto juntos por el sí en Madrid. En lo esencial hay acuerdo, porque es una ayuda importante para realizar obras en barrios de Extramuros. Pero en toda esa polémica me parece que la actitud más sensata y coherente ha sido la del portavoz de Ciudadanos, Juan Manuel Pérez Dorao, que desde el principio puso el dedo en la llaga con una reflexión: en Cádiz no se hace autocrítica.

Puede que sea uno de los motivos por los que esta ciudad no avanza. Aquí la culpa siempre se echa a los otros. Si el Ayuntamiento ha suspendido el examen de la Edusi será porque no se lo preparó lo suficientemente bien. Lo fácil es echar las culpas al profesor que examina, en este caso Hacienda, pero la acusación no se sostiene cuando se ha visto que aprobaron alumnos como Conil (que tiene alcalde de IU), Jerez, San Fernando, El Puerto y Sanlúcar (que lo tienen del PSOE). Menos aún si vemos que entre los suspendidos de otras provincias estaba Almería (donde hay alcalde del PP).

En los exámenes y oposiciones suele haber baremos y normas de calificación. Gustarán más o menos, pero hay que ajustarse a eso. Por tanto, la solución para aprobar no es decir que el profesor Montoro nos tiene manía, sino prepararlo mejor. Sin eludir las responsabilidades, que podrán ser de la concejala Laura Jiménez, de los técnicos, o de quien sea. Aprender de los errores para corregirlos y no repetirlos.

Es un problema que no afecta sólo a la Edusi, ni siquiera viene de ahora. Parece inexplicable que la ciudad no tenga monumentos en el Patrimonio Mundial de la Humanidad, como Tarragona, por citar una comparación que no es como Santiago de Compostela. No ha existido capacidad para aprobar los exámenes de la Unesco. Por mala preparación, o por lo que sea. Veremos qué pasa con el Carnaval, como patrimonio inmaterial. El apoyo político en el Parlamento de Andalucía no garantiza que se aprueben los exámenes de la Unesco.

La autocrítica de los cateados es positiva. Ayuda a mejorar la preparación y a entender los fallos. En el caso de la Edusi, además del consenso, es razonable que se reconozcan los errores en el examen, sin considerar un aguafiestas a Pérez Dorao, que dijo lo que casi todo el mundo había pensado.

José Joaquín León