EL día 2 de mayo de 1908 (hace 110 años) nació en Cádiz el escultor e imaginero Juan Luis Vassallo Parodi. Su lugar de nacimiento quizá le perjudicó, porque siendo uno de los escultores españoles más importantes del siglo XX no ha tenido todo el reconocimiento que merece. Fue un artista completo y nada localista, que vivió en otras ciudades, como Córdoba, Baeza, Ávila, Jerez o Sevilla. Y Madrid, donde había estudiado con reconocidos maestros y pasó los últimos años, hasta su fallecimiento en 1986. Desarrolló también una amplia labor docente, que le llevó a Jerez y después a ser director de la Escuela de Bellas Artes de Sevilla. En Madrid fue catedrático y académico. En Cádiz tiene un museo, poco visitado, porque está en un lugar bonito, pero maldito para los artistas: el antiguo Gobierno Militar.

Es una pena que en su ciudad natal ni el anterior Ayuntamiento de Teófila Martínez (que creó el museo), ni el actual de José María González (que lo mantiene sin entusiasmo) hayan conseguido darle una mayor relevancia. Debería figurar en las rutas del turismo. Aunque, como paso previo, hay que poner en valor la obra artística de Vassallo, que merece unas exégesis adecuadas a su valía. Sufre otro inconveniente: al sector progre cultureta no le gusta que este escultor tenga parte de su obra como imaginero religioso. Y al sector carca rancio no le gusta que tenga otra parte de su obra como autor de desnudos femeninos académicos y paganos, realizados en los años más puritanos de la posguerra española.

Vassallo es el autor de esa Gades de la que se disfrazó María Romay. Un símbolo escultórico de Cádiz, elevado a la categoría de mito clásico. Con ella ganó el Premio Nacional de Escultura en 1936 y la Exposición Nacional en 1948. También es autor de Minerva, diosa de las Artes, con la que ganó la Exposición Nacional de 1964, convocada por el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Pero también ganó el concurso del monumento a Santa Teresa en Ávila, que inauguró el Papa Juan Pablo II. Y es autor de una de las imágenes cofrades con más devoción de Jerez: el Cristo, que talló en 1950 a semejanza del anterior, aunque le mejoró mucho el cuerpo, que es espléndido. Y antes hizo el grupo del Señor y el ángel de la Oración del Huerto de Jerez, así como la Virgen de los Dolores del Nazareno de Cádiz.

Entre lo divino y lo humano, mago de la forma y la materia, está la variedad de Juan Luis Vassallo. Puede verse en su museo casi secreto, con una bonita escalera por medio. Con lo bien que luciría en la Casa de Iberoamérica junto a Cornelis Zitman, otro gran escultor, pero de diferente estilo.

José Joaquín León