HAN tardado 16 años en las obras, pero el Colegio Mayor Beato Diego de Cádiz volverá a abrir sus puertas para recibir a los nuevos alumnos residentes. Ya lo ha anunciado la Universidad de Cádiz. Estas cosas se hacen así, y todo lo demás no vale: se abre el plazo de inscripción. Síntoma inequívoco de que van en serio. Pasa igual con los hoteles y la reserva de habitaciones. Lo comparo porque algunos confunden los colegios mayores con hoteles para estudiantes. Sin embargo, en el nuevo Mayor Beato Diego ofrecerán proyectos culturales y de actividades. Es lo que más diferencia a un centro de este tipo frente a un simple alojamiento.

En estas obras pasará como con otras: unos aparecieron en las ruedas de prensa y otros las inauguran. Será el rector Eduardo González Mazo quien pueda decir que se concluyó la rehabilitación bajo su mandato. También es importante porque se salvará un edificio del arquitecto Antonio Sánchez Esteve, el principal artífice del racionalismo en Cádiz durante los años 30 y la posguerra. Fue famoso sobre todo por la remodelación de la Puerta de Tierra, a la que abrió dos arcos, según la vemos, para facilitar el tráfico. Hoy sería imposible. Pero también fue el arquitecto de los cines: Municipal, Gades, Imperial y el teatro Andalucía. En Extramuros proyectó varios chalés en la Avenida y casi todos los colegios religiosos concertados que allí existen, desde San Felipe Neri a los Salesianos, además del Instituto Columela. Y mucho más, su obra es muy extensa, en parte con Rafael Hidalgo, Fernández-Pujol, García Mercadal y otros arquitectos municipales. Algunos edificios palmaron, como el antiguo Hotel Playa. Por cierto, ¿alguien sabe dónde está la calle de Sánchez Esteve?

El Colegio Mayor Beato Diego de Cádiz se salvará de la ruina. Cuando vuelva a entrar en funcionamiento para el nuevo curso, con  sus 99 habitaciones, será como recuperar un trozo del tiempo perdido. En otros tiempos, los estudiantes universitarios íbamos a colegios mayores, donde se aprendía mucho. Te hacían novatadas, sí, pero ganabas amigos. La España de hoy no es la de cuando funcionaba este colegio mayor, ni los estudiantes tampoco. Otra curiosidad: veremos qué pasa con la cofradía de Jesús Caído, que fue la primera en llevar hermanos cargadores, en aquellas antiguas noches de Martes Santo en el Parque Genovés.

La reapertura es muy positiva para Cádiz y para la Universidad. Sobre todo porque va en contra de las corrientes. Hoy los pisos compartidos ganan por goleada. Pero no es lo mismo, y puede que se note demasiado en el ambiente universitario.

José Joaquín León