EN la política no sólo importan los amigos, sino también los enemigos. Sucede igual en otras facetas de la vida. Es universalmente conocida aquella dedicatoria de Camilo José Cela en La familia de Pascual Duarte: “Dedico esta edición a mis enemigos, que tanto me han ayudado en mi carrera”. Quien tiene un amigo político tiene un tesoro, pero quien tiene un enemigo puede que tenga dos tesoros (políticos, por supuesto). O no, depende de si es un enemigo bueno o malo. Un ejemplo del buen enemigo es Juan Carlos Monedero, que le hace un gran favor al alcalde de Cádiz, José María González, al criticarlo con argumentos chungos, por lo que insinuó sobre el chalé del querido líder.

Según dijo Juan Carlos Monedero en Sevilla (en Sevilla tenía que ser, pasaba por allí), los de Izquierda Anticapitalista son incoherentes porque critican la compra del chalé “donde dos personas jóvenes se han endeudado a treinta años”. Y, sin embargo, ¿qué hacen estos anticapitalistas en otras circunstancias? Pues ese grupo calla “cuando un alcalde suyo vende armas a la dictadura de Arabia Saudí o cuando se condecora una Virgen, que lo entendemos porque en su función de alcalde tiene que hacerlo”.

Este Monedero no se ha enterado de nada, y se le nota que juega a mayordomo del muchacho endeudado por el chalé. Este Monedero parecía, al principio, que sería como el nuevo Alfonso Guerra de Podemos, y que Pablo Iglesias sería el nuevo Felipe González de Podemos, y que los dos ascenderían a los cielos de la Moncloa, y no para abrir una década roja como los otros (después se quedó el rojo en rosa), sino el tiempo morado, el color de moda. Pero se comió lo que sea pinchado en un palo, y ya va desvariando, y está resabiado por su pasado iraní, que son los enemigos de los saudíes.

¿Dónde se ha visto que un alcalde suyo haya vendido armas a la dictadura de Arabia Saudí? ¿Las ha vendido un domingo en el baratillo de la Plaza, o qué? El que las vendía era el rey Felipe VI, según decían ellos mismos antes, que para eso hizo las gestiones. En cuanto a las condecoraciones a las Vírgenes y los Cristos y demás, dice que lo entiende porque como es alcalde “tiene que hacerlo”. Y si lo entiendes, ¿por qué no te callas? Ni que fuéramos tontos. Y, además que ese alcalde no ha salido tan capillita como supone Monedero. Aún tiene margen de mejoría para ir en el Corpus Chiquito.

Con enemigos como Monedero, vamos a tener alcalde para cuatro años más, lo estoy viendo venir. A no ser que Kichi se caiga del caballo y se compre un chalé en Jerez.

José Joaquín León