ESTE país tiene un grave problema con las votaciones. A algunos les gustaría convertirlo en una república. Bananera, por supuesto. A veces pasa que a uno se le escapa el dedito tonto al votar la reforma laboral; a otro le salen unas votaciones de Eurovisión de lo más maquilladas; aquel traza la raya en la sala del VAR con pulso fino y una curvita… Hay que rezar a Santa Rita: lo que se manga no se quita. La reforma laboral tenía que salir, sí o sí. Con razón, dice Pedro Sánchez que él gana todas las votaciones. La gente de la calle estaba preocupada con el pitorreo de Eurovisión. Y los políticos ya se habían metido en ese charco, incluso antes de votar el jurado del Congreso. Después dirán que los países nórdicos organizan amaños en el festival. Europa nos odia desde que ganó Massiel con La, la, la.

Lo que ha pasado llegó al Congreso y al Senado. Llegó y se quedó. Sólo falta crear una comisión de investigación por la teta de Eurovisión y otra por el dedito manipulado. Por comisiones que no quede. Hasta Comisiones Obreras ha pedido que se anule el Benidorm Fest y que se repita; como pide el PP con las votaciones de la reforma laboral. Desde luego, la cocina ha sido tipo CIS de Tezanos. Hasta inventaron un jurado demoscópico. Máximo Huerta, un ex ministro de Cultura sanchista, hizo de presentador. El próximo festival supongo que lo presentará Meritxell Batet.

Vayamos a lo serio. Están, por un lado, los que protestan por Tanxugueiras y sus lenguas; y, por otro, los que protestan por la teta de Rigoberta Bandini. Les dieron el cajonazo para evitar conflictos. Las Tanxugueiras, que empezaron en su día tocando la pandereta y cantando muñeiras, han grabado un videoclip con un puntito satánico, llamado Averno (se puede ver en Youtube), donde ellas salen de brujas a las que queman. Se han convertido en un símbolo lingüista de las terras de España, pero no se entendería en el extranjero.

En cuanto a la teta de Rigoberta, ¿qué dirían en los países con muchos musulmanes, que también votan en Eurovisión? Y los del norte de Europa tienen el toples muy visto, desde hace más de medio siglo. Rigoberta se llama Paula Ribó y es catalana. Su padre es el presidente de las peñas del Real Madrid en Cataluña. Tampoco la teta tenía buena pinta más allá de los Pirineos. Así que optaron por Chanel, una muchacha inmigrante, de origen cubano, que canta temas latinos, y no es mena. Ni tampoco es Ana Mena.

Politizar Eurovisión ha sido una mala idea. Desde que ganó Salomé no damos una. Yolanda Díaz, que iba con Tanxugueiras, tomó buena nota.

José Joaquín León