SI las encuestas se cumplen, el gobierno de Galicia se decidirá por un escaño o dos. El PP parece que ganará claramente, con una horquilla estimada entre 34 y 40 escaños. Pero necesitará al menos 38 para que Alfonso Rueda siga como presidente de la Xunta. En caso de no conseguirlos, la presidenta será Ana Pontón, del BNG, a la que las encuestas auguran entre 23 y 30 escaños. Para ello necesitará el apoyo del PSOE, que podría conseguir entre 13 y 15 escaños, aunque el CIS de Tezanos les otorga apenas 9 escaños en la horquilla más baja. Se supone que para relativizar el previsible fracaso. En estas elecciones, Feijóo se juega su liderazgo, porque presidió la Xunta y porque Rueda fue su vicepresidente. Pero Pedro Sánchez y Yolanda Díaz también pueden salir tocados, según sean los resultados.

Para Feijóo es muy importante lo que ocurra, ya que si pierden la Xunta se lo pueden cargar como líder del PP. Los ayusistas pondrían los cuchillos a punto. Pero, si el PP consigue la mayoría absoluta, es probable que los cuchillos se desenfunden en el otro bando. Porque también es gallega Yolanda Díaz, que ha colocado como candidata a Marta Lois, su colega predilecta. Yolanda es conocida en su tierra, por eso siempre ha fracasado. Las encuestas auguran que será difícil que llegue al 5% de los votos, excepto en Pontevedra. Y, si Sumar se queda como extraparlamentario, ofrecerá más argumentos a los podemitas.

Pedro Sánchez no es gallego y confía sus esperanzas a un fracaso de Feijóo. Pero que tenga cuidado. En Galicia, el primer partido de la izquierda será el BNG, un grupo de origen independentista, cuya candidata Ana Pontón (se dedica a la política desde los 16 años y ya es cuarentañera), ha hecho una campaña ocultista y ambigua, pero eficaz. El PSOE no pasará del tercer puesto. Otro fracaso del sanchismo, que va a convertir al PSOE en una sucursal del PSC, cuando era al revés. Será el partido segundón de la izquierda en Galicia, como lo será en el País Vasco, y como lo es ya en Madrid. En Andalucía, otro feudo tradicional, van de capa caída. Y veremos lo que pasa en la Generalitat. Por eso, se aferra la Moncloa, para no servir su cabeza en bandeja.

Vox tiene ínfimas posibilidades, pero una vez más puede ser decisivo para que el PP se quede sin mayoría y dar otra alegría a la izquierda. Con enemigos como ellos no necesitan amigos. ¿O era al revés?

Pase lo que pase hoy en Galicia, habrá ruido de fondo en España.

José Joaquín León