A grandes males, grandes remedios. Ante la proliferación inaudita de despedidas de solteras y de solteros venidos de toda España, no hay que rasgarse las vestiduras, ni poner el grito en el cielo. Se trataría de que Juan Espadas y el delegado de Turismo y otras materias, Antonio Muñoz, apuesten por las despedidas de solteras y de solteros deluxe, como un reclamo para inaugurar tres docenas más de hoteles de cinco estrellas. Así recaudarán más impuestos turísticos, ahora que la Junta de Andalucía se ha mostrado comprensiva. Aunque sólo para Sevilla, no para el resto de la comunidad. Con las despedidas pasa lo mismo que con el turismo en general: las hay deluxe y de chanclas. Las hay del mayor glamour y elegancia, y las hay de una ordinariez que chirría.

Hace ya algunas semanas, en las revistas del corazón, apareció la actriz Amaia Salamanca, que en unión de un grupo de amigas, se largó a Ibiza para celebrar la despedida de soltera de la Dj Katy Sainz, más conocida como Baby Kat. En la isla posaron con unos bañadores donde se leía Bride squad (a la venta en Amazon), aunque Amaia no lució bañador, sino un biquini de Women’s Secret, por contrato, cuyo modelo lo podéis encontrar en las rebajas de la calle Tetuán, por cierto. Según se publicó, a su marido, el empresario sevillano Rosauro Varo Rodríguez, lo dejó en casa con los tres hijos. Para que ustedes vean que las despedidas de soltera también pueden contribuir a la igualdad.

Como se comprende fácilmente, fue una despedida de soltera del sector deluxe. Con más motivos, teniendo en cuenta que Rosauro Varo es uno de los promotores del hotel de cinco estrellas que la compañía Millenium Hotels construye en la plaza de la Magdalena, en ese edificio donde antes estuvieron El Corte Inglés y Galerías Preciados. Significa que también la gente glamurosa se despide de soltera o de soltero, y que no siempre resulta hortera u hortero.

El Ayuntamiento debe permanecer  muy atento a las tendencias y cazar el talento al vuelo, por lo que no puede demonizar a todo el sector, sino encauzarlo por el camino correcto. Un primer paso podría ser organizar en Fibes un congreso de despedidas de solteras y de solteros de lujo, que aporte alegría al taxi y que distraiga a 5.000 criaturas más en Sevilla.

Nada que ver con los pisos alquilados para despedidas, que eso sí que es una vergüenza que no se puede aguantar.

José Joaquín León