TIEMBLA, Susana Díaz, tiembla. Tiembla, Juan Espadas, tiembla. Los ingenieros y los arquitectos andaluces se han unido, en una coalición estratégica, para reclamar mejoras en las infraestructuras. Consideran que la situación es grave. Si los ingenieros y los arquitectos ya eran peligrosos por separados, ahora unidos podemos liarla mayor. Y no porque se vayan a integrar en Adelante Andalucía (pues hay ingenieros y arquitectos de todos los colores, aunque con matices), sino porque pueden poner los puntos sobre las íes. Infraestructura empieza por i. Han empezado diciendo que puede ser más barato construir un segundo puente del Centenario que ampliar el existente. ¡Inaudito!

Yo no entiendo las cuentas de los puentes, pero supongo que esto será igual que cuando se te quedan pequeños los pantalones, y lo llevas a la costurera (o al costurero) para ampliarlo, y te dicen: “Mire usted, yo de ser usted me compraba otro”. Pues lo mismo: es mejor tener dos puentes que uno con remiendo. Y si lo encargas en la semana fantástica de los puentes, a lo mejor te sale más barato que si se encarece por esperar tanto, como le ha pasado a Fomento en las obras de la N-IV.

El decano de los ingenieros andaluces, Luis Moral Ordóñez, y la presidenta de los arquitectos andaluces, Noemí Sanchís Morales, han presentado esta unión estratégica, porque ya estaban hartitos. Desde los tiempos de la burbuja, que estalló, las obras públicas ya no son lo que eran. Han pasado de abundar a convertirse en un milagro. La gente creyente, si viera un puente nuevo,  se santiguaría. Por un túnel  en el Guadalquivir casi caerían de rodillas, ante la aparición. Los ingenieros y los arquitectos recuerdan que el Metro ya pasa por debajo del río. Se hizo con unas tuneladoras, que yacen atadas y bien atadas. ¿Por qué no les hacen una exhumación y trasladan las tuneladoras  a Coria para la SE-40? Otros túneles son posibles.

Está bien que haya confluencias de los ingenieros y los arquitectos. No como antes, cuando unos decían; metro de la línea 3; y los otros replicaban: tranvía de la línea 3. Discutían y se peleaban entre ellos, y organizaban mesas redondas y debates.

En Pino Montano se ha demostrado que es mucho mejor una manifestación con mil vecinos cabreados que una mesa redonda con cinco expertos. Eso también hay que entenderlo a la hora de reclamar las infraestructuras, o lo que sea.

José Joaquín León