LA Noche en Blanco es como la carrera nocturna del viernes pasado pero sin correr, sino con circuitos culturales. Aquí no se trata de dar zancadas a lo Kipchoge hasta que aguantes, sino de seguir alguna de las 50 rutas que han organizado, o participar en alguna de las 160 actividades previstas. Los turistas pensarán que los sevillanos se han vuelto locos, que para vacunarse de la turismofobia les van a enseñar todo lo que hay de bonito en la capital de Andalucía. Y, además, deben visitarlo de noche, como si fueran los murciélagos del Parque de María Luisa, que están en trance de extinción, por culpa de los puñeteros loros.

¿Qué se dijo del turismo cultural? Antonio Muñoz estará contento. El ICAS se va a poner las botas, sin necesidad de que le deriven nada de las entradas del Alcázar. Esta es una ciudad culta, y de tendencias noctámbulas. Se vio con la carrera del viernes pasado, se verá con las rutas de hoy, se siente cuando llega la madrugada del Viernes Santo. Sevilla tiene noches en blanco para lo religioso y lo civil.

A Bartolomé Esteban Murillo se han encomendado para el éxito de esta noche. Al menos cuatro rutas tienen por objetivo el análisis de diversos aspectos de la obra del pintor del Año. Pero hay de todo. Hasta una ruta de Sexo y lujuria, que cuesta cinco euros. Pues no todo sale gratis, sino que es una oportunidad para que la cultura se gane un dinerito, que no todo el mundo puede vivir de las migajas del Alcázar.

Podrán ver templos monumentales, como El Salvador y la Caridad. Y, por supuesto, el Ayuntamiento, que sale gratis, y en el propio edificio se puede visitar la exposición Soledad 150 años de San Miguel a San Lorenzo”, que abre hoy en las salas bajas del Consistorio, en un primer día con noche extra. No es sólo una cosa de capillitas, sino que está el documento del bautizo de Bécquer y el del matrimonio de Velázquez. Además de un cuadro de Valdés Leal y una escultura de Montañés, entre otras. También se puede visitar el Parlamento de Andalucía, que funciona mejor en lo cultural como Hospital de las Cinco Llagas.

Otros graciosos dicen que no entienden este frenesí de la Noche en Blanco, cuando casi todo lo que ofrecen, lo puedes ver cualquier Mañana en Negro, incluso sin colas. Pero ha sido un acierto de Sevillasemueve organizar este evento, que ya cumple siete años. La cultura se mueve y se nota que Sevilla es una ciudad ilustrada. Se conocen casos de personas que sólo han visto un museo en la Noche en Blanco. A lo mejor se les aparece un murciélago y se animan para el resto del año. Convertir a un solo pecador ya sería un éxito.

José Joaquín León