EN Sevilla unas cosas se ponen al derecho y otras al revés. No pasa sólo con la carrera oficial de la Semana Santa. A mi modo de ver, lo peor de todo es el Metro. En 2012 dependía de un acuerdo entre el Gobierno central del PP con Rajoy, la Junta del PSOE con Pepe Griñán y el Ayuntamiento del PP con Juan Ignacio Zoido. Desde 2015 debían ponerse de acuerdo el Gobierno del PP de Rajoy con la Junta del PSOE de Susana  Díaz y el nuevo Ayuntamiento del PSOE de Juan Espadas. Y ahora se las prometían felices, porque el acuerdo sería del Gobierno de Pedro Sánchez, la Junta de Susana Díaz y el Ayuntamiento de Juan Espadas. Todos del PSOE. Pero ya ven lo que ha pasado. Y así pasará la gloria del Metro…

Decían que el PSOE se guardaba un as en la mano. Un acuerdo de Espadas con el Gobierno de Pedro y la Junta de Susana para anunciar tres nuevas líneas del Metro antes de las elecciones. En realidad, eso lo dice cualquiera. Recuerden que Rosa Aguilar anunció que las obras de las líneas 2, 3 y 4 empezarían en 2011. Aunque añadió: “El Metro no puede llegar a todos los sitios”. Cuando le pidieron prolongarlo hasta San Jerónimo. Fue profético.

Entonces Rosa Aguilar era consejera de Obras Públicas con el PSOE, después de haber sido alcaldesa de Córdoba con IU. Tras decir eso, fue ministra de Medio Ambiente con Zapatero; y consejera de Cultura, primero, y de Justicia e Interior, después, con Susana Díaz. Fíjense  todos los cargos que ha tenido desde entonces Rosa Aguilar. Pero al Metro sigue igual, con la línea que había cuando prometió tres más. Y ahora no se sabe lo que va a pasar, ni con el Metro, ni con el futuro político de los consejeros. Puede que a Rosa la vuelvan a nombrar ministra, como a María Jesús Montero, que también era consejera; o que pronto echen a todos los ministros y ministras. La vida da muchas vueltas, y unas veces te sale cara y otras te toca cruz.

Sin embargo, al Metro no le toca nada. Pensaban que ahora la combinación sería PSOE-PSOE-PSOE. Y ya veremos cómo es dentro de un año, si Dios quiere. Lo más curioso es que todos los partidos, tanto si gobiernan como si no, dicen que el Metro es imprescindible y necesario, pero que no se puede hacer por culpa de los otros.

Tuneladora que vienes al mundo, te guarde Dios, que una de las dos Españas te va a guardar en el cajón... Lo pongo por parafrasear un poco a Antonio Machado. No hay nada peor que ser una tuneladora en Sevilla. Ni para el Metro, ni para los túneles de la SE-40 cuentan con ellas. En cambio, hay consejeros y consejeras que sirven para todo, gane quien gane.  

José Joaquín León