LOS forasteros que lean los periódicos en Sevilla no entenderán nada. Si acudieron el año pasado a algún congreso turístico, o si vienen para los premios Goya de este año, van a encontrar las mismas informaciones y los mismos artículos sobre el Metro. Sin embargo, como ya se ha comentado, algo ha cambiado. Hace un año los del PSOE culpaban al Gobierno central del PP por no construir las nuevas líneas, mientras que los del PP decían que el parón estaba causado por la Junta del PSOE. Ahora sucede lo contrario, porque el PSOE entró en el Gobierno central y el PP en la Junta, con Ciudadanos. Pero el problema es el mismo.

En paralelo a ese cambio entre el Gobierno central y la Junta, está la posición en el Ayuntamiento. El PSOE, el PP y Ciudadanos afirman que quieren el Metro, y no sólo la línea 3, sino también la 2 y la 4. De vez en cuando, tanto el alcalde socialista, Juan Espadas, como los portavoces del PP, Beltrán Pérez, y de Ciudadanos, Javier Milán, proponen la firma de un gran acuerdo sobre el Metro. Y, por supuesto, se entiende que sus compañeros del Gobierno y la Junta no piensan lo contrario.

¿Por qué no se ha firmado ya? He ahí el misterio. Se puede suponer que una cosa es pedir un Metro y otra bien distinta es pagarlo. Pero si los partidos que gobiernan en Madrid y en Sevilla están de acuerdo en la necesidad, lo deben atender como una prioridad. Se trata, simplemente, de cumplir las promesas. De convertir en realidad lo que dicen. De no engañar a la gente.

Una consecuencia colateral es que el PSOE, el PP e incluso Ciudadanos se quieren anotar el punto en su casillero. Pero, en el caso del Metro, después de tantos años de retraso, después de no cumplir lo que se acordó en otros tiempos, nadie se puede apuntar el tanto, que lo ha marcado Fuenteovejuna, con todos a una. Porque no fueron capaces de hacerlo cuando el PSOE gobernaba en España con Zapatero, en Andalucía con Chaves y Griñán, y en Sevilla con Monteseirín; ni tampoco después, cuando Rajoy pasó por el Gobierno central y Zoido por el Ayuntamiento y ahora llega Juanma Moreno a la Junta.

Ya no hay excusas. El acuerdo tripartito para el Metro entre Gobierno, Junta y Ayuntamiento se va a firmar sí o sí. La capacidad de diálogo y la generosidad, así como la deuda pendiente con Sevilla, no admiten más retrasos. Pero ni siquiera la firma del acuerdo garantizará nada. En el Metro (aún más que en otras infraestructuras), sólo cabe confiarse a Santo Tomás: ver para creer. Todo lo demás es palabrería y dar largas a los sevillanos, como viene ocurriendo desde hace más de 10 años.

José Joa<quín León