LA visita del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, al alcalde de Sevilla, Juan Espadas, fue significativa. Tuvo el buen detalle de empezar sus contactos con los ayuntamientos andaluces por el de la capital, cuyo regidor es del PSOE. Más allá del protocolo y de las declaraciones de mutua lealtad institucional, el encuentro sirvió para dejar claro que el acuerdo del Metro será difícil de conseguir. El PSOE, el PP y Ciudadanos hacen protestación de fe en el Metro, pero son incapaces de concretar un acuerdo que lo ponga en marcha. Y se debe cerrar ese acuerdo ya, sin esperar a las elecciones municipales y generales.

La cuestión es: ahora o nunca. Ahora se dan circunstancias favorables, aunque no lo parezca. Tenemos a un Gobierno efímero del PSOE en Madrid, a una Junta en prácticas con el PP y Ciudadanos y a un Ayuntamiento en vísperas de elecciones municipales. Sin embargo, dejarlo abierto hasta después de mayo, será peor. Vendrán tiempos más duros para las inversiones.

Ahora es el momento porque la gente tiene poca memoria, y sólo se acuerda de lo último. Por tanto, si ven un acuerdo sobre el Metro votarán con razonable alegría, mientras que si no lo ven ya se sabe lo que pasa, con el voto de los cabreados. Le ocurrió a Susana Díaz. En sus últimos días de gobierno no se veía nada, sólo a Pedro buscando fotos con independentistas. Y ella, para colmo, amenazando con Vox.

Para cerrar el acuerdo hay un problema grave: todos se quieren apuntar el gol del Metro. El alcalde Espadas ya se intentó anticipar, buscando el apoyo de Felipe López cuando era consejero de la Junta, y ahora con las promesas del Gobierno central, donde tienen a María Jesús Montero para los presupuestos. Sin embargo, no es una cuestión entre amigos. Por eso no ha funcionado. Se necesita al enemigo político.

La propuesta que ha presentado el portavoz y candidato del PP, Beltrán Pérez, parece razonable desde el punto de vista técnico. Un acuerdo para que no se construya sólo el tramo del Prado a Pino Montano de la línea 3, sino que empiecen por obras en ese tramo, y además en el recorrido de la línea 2 entre Sevilla Este y María Auxiliadora. Ese recorrido, al incluir una zona densamente poblada como es Sevilla Este, aportaría más viajeros.

Pero ese plan tiene dos puntos delicados: sería más costoso para la Junta y el Gobierno, y queda por ver la cantidad que asume el Ayuntamiento, o si le sale gratis. En resumen, hace falta que PSOE y PP (y también Ciudadanos) sean capaces de alcanzar un acuerdo definitivo. Es  cuestión de ahora o nunca, y es de todos o ninguno.

José Joaquín León