EL vicepresidente de la Junta y superconsejero, Juan Marín, dijo ayer que van a consensuar la Ciudad de la Justicia, aunque dejó claro que la decisión depende de ellos. La propuesta pasa por construirla en Palmas Altas, porque es lo más barato, y les permitirá ahorrarse cinco millones en alquileres. Aunque no sea lo más bueno ni lo más bonito, según los jueces, fiscales, abogados, procuradores y principales afectados, que no la quieren allí, ni separada de la Audiencia. Es decir que mayormente la quieren en el Prado o sus cercanías, donde la Junta no lo estima oportuno.

Las Ciudades de la Justicia forman parte de la mitología de la Junta. En los tiempos de Manuel Chaves prometieron la construcción de una Ciudad de la Justicia en cada una de las ocho capitales andaluzas, con el objetivo de unificar las sedes judiciales y evitar la dispersión. Recordar el objetivo es importante, porque no se trata de levantar una ciudad a mayor gloria de los jueces, fiscales y abogados, ni aprovechar edificios sin uso, ni contribuir al fomento de la arquitectura del siglo XXI, sino que la utilidad era lo primordial.

A pesar de que prometieron una Ciudad de la Justicia en cada capital andaluza, en los tiempos del PSOE sólo inauguraron tres: Málaga, Almería y Córdoba. De ellas, puede que la mejor sea la malagueña, que ha salido en los telediarios con motivo de las declaraciones por la muerte del niño Julen. Es un edificio que ya lo quisiera en Sevilla. Aquí, cuando aparecen en la televisión por tantos motivos (desde los Eres a la Manada), se ve un cierto desorden y aspecto de juzgados vetustos.

Es sabido que todos los intentos han fracasado. También se sabe que José Joaquín Gallardo, cuando era decano del Colegio de Abogados, alertó del riesgo de una inversión inútil. Recientemente se han conocido las intenciones de la Consejería (confirmadas por Juan Marín), que pasan por ubicar la Ciudad de la Justicia en Palmas Altas, aunque la sede representativa seguiría en el Prado. Aprovecharían los espacios de Abengoa y la Universidad de Loyola, cuando terminen el traslado.

Palmas Altas no se debería distorsionar más de la cuenta para crear un monstruo del tráfico. Ayer comentaba los proyectos en curso, con el centro comercial de Lagoh y las 2.870 viviendas nuevas. Hasta ahora Palmas Altas sigue en el extrarradio, en una zona ajena a la ciudad propiamente dicha. Quizá se reconvierta en la nueva versión de Los Bermejales como territorio de expansión. Pero agregarle la Ciudad de la Justicia puede crear un problema en vez de ser la solución. A veces lo barato sale caro.

José Joaquín León