AL final resultará que lo importante no era la Cumbre Mundial del Turismo, la famosa WTTC de 2019, sino la visita de Barack Obama. Decían: “Por fin”. Y era como quitarse un peso de encima, un resoplido de alivio. A saber lo que hubiera sido de Sevilla si Obama no viene nunca. Admirando las imágenes de la visita, se entiende que todos se han quedado a gusto, y cumplieron el ritual. Igual que los niños quieren una foto junto a Messi, los políticos querían una foto junto a Obama. Algunos han quedado cumplidos y satisfechos. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el presidente de la Junta, Juanma Moreno; el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, han conseguido una foto con el gran Obama. También el chef del Bache de San Pedro, Alejandro Alcántara. Cada uno en lo suyo.

Por supuesto, no en todos los casos ha alcanzado la misma repercusión. Obama y Pedro Sánchez hablaron sobre el futuro de los jóvenes, que es como hablar del sexo de los ángeles o de si lloverá en la Madrugada. Pedro Sánchez y Obama hablaron de los jóvenes por hablar de algo, pues lo importante es que se les viera dialogando en los días previos de la campaña. Lo mismo se puede decir de Juanma Moreno Bonilla, el presidente de la Junta, que también ha salido de la WTTC con una foto junto a Obama. ¿Quién se lo iba a decir? Hace medio año lo presentaban como un finado político. Sin embargo, en la WTTC ha pedido inversiones para Andalucía, que tiene las puertas abiertas.

Pero, entre todas las fotos, una de las más bonitas es la de Barack Obama en el Alcázar con Juan Espadas y Antonio Muñoz. Ahí se ha promocionado el Alcázar, para que los yanquis se pongan en la cola y llegue hasta la Puerta Jerez, donde está el hotel Alfonso XIII con su turismo de lujo. Sevilla para americanos, no sólo chinos. Un pasito más, y no de niños en el cole, sino para repetir en la Alcaldía, con Sevilla en el mapa. Y con una WTTC que al principio iba a dejar 1.700 millones en Sevilla en los próximos años, después subieron a 2.000 millones, a 2.500 millones, y creo que ya iba por 3.500 millones, le he perdido la pista. Parecía una subasta.

Cada uno ha buscado su pelotazo. Algunos preguntan por qué Obama y James Costos cenaron en el Bache de San Pedro, en vez de ir a Casa Morales o El Rinconcillo. Según parece, la idea fue de Costos y puede que de Carlos Rosado, el artífice de la Film Commission, que tantas películas consigue para la Sevilla del cine. ¡Ay, lo que hubieran dado algunos por servirle unas tapas a Obama! Otra vez será. A ver si vuelve, para ampliar el álbum de fotos.

José Joaquín León