CON razón, se suele decir que la alegría va por barrios. El sábado le dieron una alegría a los manteros del centro de Sevilla, gracias a la toma de posesión del nuevo Ayuntamiento y a la boda de Sergio Ramos. Como hay los policías que hay, y no se pueden multiplicar como los panes y los peces, estaban distraídos con otros menesteres. Primero, lo principal, que es vigilar el Ayuntamiento cuando llega una nueva Corporación para los próximos cuatro años. Y, por la tarde, primero lo principal, que era la boda del siglo de Sergio Ramos y Pilar Rubio, que atraerá miles de despedidas de solteras y solteros en los próximos meses. De modo que se bajó la guardia, para mayor escarnio de Bimba y Lola.

Yo no sé por qué Bimba y Lola se ha convertido en la marca preferida de las falsificaciones que venden los manteros, junto a Nike y Adidas, por supuesto. Las imitaciones causan un daño multimillonario a estas marcas, pues hay personas de orden que ya no las compran, considerando que pululan más prendas falsas que verdaderas. La buena gente solidaria dice que pobrecitos los manteros, que huyeron buscando una vida mejor. Pero es un negocio fraudulento de muchos millones, con auténticos delincuentes (que se quedan a cubierto), y el que da la cara es el pobrecito que vino de África y tal y cual.

El sábado fue como el Black Saturday de los manteros, que se hartaron de vender bolsos falsos, incluso esas chanclas tan guays, que en una pone Bimba y en la otra Lola. También había camisetas no sólo del Betis y del Sevilla, sino de casi todos los clubes de la Liga del Fútbol Profesional y buena parte de la Champions. Curiosamente, no sólo extendieron el género en la milla de oro de la calle Tetuán, sino que lo ampliaron a la carrera oficial de la calle Sierpes. Es un negocio en expansión.

A los policías no les pueden pedir milagros. No tienen el don de la ubicuidad. Y bastante trabajo soportan con las órdenes que reciben. Por la tarde, para la boda de Sergio Ramos y Pilar Rubio, cortaron el tráfico y el paso de peatones durante más de dos horas en la calle Fray Ceferino, y además en Santo Tomás y los accesos a Miguel Mañara. Si eso lo hacen un Martes Santo muere el día, al revés o al derecho. Los peatones, para ir desde el barrio de Santa Cruz a la Puerta Jerez, debían rodear la Catedral por la calle Alemanes.

Sevilla es una maravilla para el turista, pero también tiene sus cositas de un tercermundismo subido. Algunos días se nota más que otros. En fin, que con la toma de posesión de Espadas y con la boda, dieron un día de fiesta para el comercio falso.

José Joaquín León