LA Gerencia de Urbanismo ya ha admitido a trámite el proyecto para el nuevo barrio de la Cruzcampo. En los próximos años, Sevilla contará con más de 2.000 viviendas en un sector que antaño fue la periferia, pero que ya se considera relativamente céntrico. De facto, enlazará la zona de Nervión y la Gran Plaza con la del Polígono San Pablo. Será un nuevo barrio del este, pero más cercano a la Campana que Sevilla Este. En fin, es una bicoca para el sector inmobiliario. Y una promoción que no se oferta en parajes hasta ahora baldíos, como la Hacienda del Rosario o Palmas Altas. Este proyecto no es nuevo, sino una herencia, pero el alcalde, Juan Espadas, lo puede aprovechar en sus evidentes intentos de aumentar la población de Sevilla.

El nuevo barrio de la Cruzcampo es un símbolo de la transformación de la ciudad. Como todo el mundo sabe, el nombre le viene del templete de la Cruz del Campo, en donde terminaba el via crucis histórico que comenzaba en la Casa de Pilato. Es decir, en la casa que le pusieron a Pilato en Sevilla. Con el tiempo, ese maravilloso suelo en el que van a construir 2.000 pisos adquirió fama porque acogió a la fábrica cervecera de Cruzcampo y también a la antigua Abengoa, que con el tiempo lo dejó y fue a parar precisamente a Palmas Altas. El suelo industrial de los Osborne y los Benjumea, donde tantos sevillanos trabajaron antaño, ha adquirido otro posicionamiento. Y pasó al sector inmobiliario.

Es un proyecto ambicioso, que no se limita a la burda y vulgar especulación del ladrillazo. Heineken tiene previsto abrir en marzo un museo de la cerveza, además de las instalaciones de la Fundación Cruzcampo y la Escuela de Hostelería. Por lo que mantendrán una vinculación con sus orígenes y fines cerveceros. Además, en el solar está previsto un parque de 70.000 metros cuadrados, con sus árboles, que permitirá a Espadas y a Guevara mejorar notablemente sus estadísticas verdes. Y, a la vez, junto al centro comercial Los Arcos, se ha dispuesto “una gran superficie minorista”, que no se sabe si será combinada con la expansión del centro, tras la salida de Hipercor, o a ver qué hacen.

No es un proyecto más para construir muchas viviendas en Sevilla, como tantos otros. En principio, está claramente orientado a crear un nuevo barrio, en su mayoría de clases medias, para gente como la que se fue a vivir al Aljarafe, o por ahí. Queda a una distancia desde la que puede salir una cofradía para ir a la Catedral, que es otra forma de medir el espacio y el tiempo. El barrio de la Cruzcampo dará mucho que hablar en los próximos años.

José Joaquín León