HOY comienzo el triduo penitencial de los centros comerciales. Será rematado el viernes 27, considerado el Día del Atasco. Este Crack Friday sucederá a la Semana de la Movilidad. El viernes se celebrará la función principal de la inauguración del Lagoh, y por la noche la carrera Nocturna del Guadalquivir. Según parece, habrá una lanzadera de Tussam dando vueltas por ahí. Teniendo en cuenta que todos los viernes hay atascos a ciertas horas en los alrededores de Palmas Altas, éste no parece que sea la excepción. Hasta el delegado de Fiestas Mayores y Todo lo que se Mueve, Juan Carlos Cabrera, ha pedido paciencia. Al menos, él ha tenido humildad. Ha reconocido que los planes de movilidad siempre llegan tarde.

En Sevilla casi todo llega con retraso. Estos días los alrededores de Palmas Altas recuerdan la febril actividad de las vísperas de la Expo 92. A la inauguración de la Expo se llegó con obras sin terminar. A pesar de que Jacinto Pellón vino para aligerar. Eso decían. Hoy en día pasa lo mismo. Habían previsto nuevas conexiones y vías de acceso al Lagoh, que a simple vista no parece que estén totalmente terminadas. Pasará lo de siempre. Abrirán en plan provisional y después las irán rematando.

Entre las obras realizadas hay una espantosa. Me refiero a la pasarela peatonal (y para ciclistas) que han colocado por debajo del puente del Centenario. Es un mamarracho visual, con el que pretenden conectar Palmas Altas, por debajo del puente y por encima del enlace con la SE-30. Es una chapuza dentro de la chapuza. Por lo menos podrían habérselo currado, con una pasarela bonita modelo Calatrava.

Cabrera lo ha reconocido: “Llegamos siempre después de los desarrollos urbanísticos. Luego se requieren las infraestructuras y los planes de movilidad”. Eso ya lo escribí yo también, y lo ve cualquiera. En Sevilla, primero crean un problema, cuanto más gordo mejor; y después le buscan la solución, cuanto más barata mejor.

El centro comercial del Lagoh, así como lo que ahora llaman Isla Natura (las 2.870 viviendas que construirán en los alrededores) necesitan Metro y Cercanías. Y unas vías de acceso que no embrollen más el puente del Centenario, sin complicar y dejar peor la SE-30, que es la vía radial de comunicación con el mundo exterior. Y necesitarían también que se hubiera terminado la SE-40 (¡con sus túneles, se entiende!) para despejar algo la zona.

Una vez terminado eso, podrían abrir el centro comercial más grande de Andalucía. Pero aquí prefieren el mundo al revés: primero lo abren y después lo sufren.

José Joaquín León