EN los últimos días, en plena precampaña, hay muchos movimientos en torno al ferrocarril transversal. ¿Y eso qué es? Las conexiones por tren desde Sevilla con Málaga y Granada. Son caóticas. Y no sólo perjudican a las tres ciudades, sino a municipios de sus provincias, que se pueden quedar sin tren o pagar un alto coste. La polémica afecta a los servicios de AVE, trenes de Media Distancia y la red de Cercanías. Existen, además, diferencias políticas entre el Ministerio de Fomento, cuyo titular en funciones es José Luis Ábalos, del PSOE, y la Consejería de Fomento, cuya titular es Marifrán Carazo, del PP. Y, por medio, están los alcaldes de la Sierra Sur sevillana, algunos muy dolidos de corazón porque los suyos pueden dejarlos tirados.

Es difícil recordar el caos para que se entienda. Para empezar, está el problema del AVE transversal desde Sevilla a Málaga y Granada, que es la madre de todas las batallas. Durante el gobierno del PSOE en la Junta han enterrado más de 277 millones de euros en el tramo inconcluso entre Sevilla y Antequera, con gran indignación de la CE, que aportó fondos europeos para un proyecto que debía costar 1.300 millones y no existe. Sigue siendo titularidad de la Junta, que ahora con el PP y Ciudadanos se encuentra ese regalito. Y, además, tampoco pueden renunciar a terminarlo, porque hay indemnizaciones por medio y un gran cabreo en Bruselas.

Una parte de esa línea fantasma, entre Osuna y Pedrera, la quieren reutilizar para los trenes de Media Distancia. Actualmente ese recorrido se cubre en autobús, por los daños que causó un temporal en la vía convencional. Según dijo Marifrán Carazo, la Junta pone como condición para cederlo al Gobierno que construya el tramo de Cercanías entre la estación de Santa Justa y el aeropuerto de San Pablo.

En paralelo, los alcaldes de la Sierra Sur están indignados, porque van a suprimir el servicio de Media Distancia entre Sevilla y Granada, aunque no entre Sevilla y Málaga, que pasará a costar más caro. Se suprime la media distancia porque van a cubrir ese recorrido con trenes Avant por la línea de AVE hacia Córdoba (es decir, primero suben y después bajan hasta Antequera, de donde seguirán a Granada). Es una chapuza, que se paliará mínimamente con el bypass previsto en Almodóvar del Río. Pero se debería cubrir a través de la línea del AVE interrupto, que sigue en el olvido.

El caos del tren entre Sevilla, Málaga y Granada es un ejemplo de cómo han gestionado las infraestructuras, en España y en Andalucía, en lo que llevamos del siglo XXI. La gente sufre las consecuencias.

José Joaquín León