LAS primeras semanas de un centro comercial tienen el éxito garantizado en Sevilla. Es normal que llenen los aparcamientos todos los fines de semana del primer mes, y que los policías locales se harten de poner multas en Heliópolis y las cercanías de Palmas Altas, sobre todo el día que coincidió con un partido del Betis.Con ello no quiero minimizar los buenos resultados del Lagoh en sus comienzos, sino precisar que las primeras semanas no son representativas. En Sevilla (como en toda Andalucía) la novelería es un valor añadido. Incluso los que emiten quejíos por la desaparición de Vilima y Casa Marciano van a comprar al Lagoh con cualquier excusa. Desde la inauguración a las rebajas venderán todo lo vendible. Conseguir el objetivo de 14 millones de visitas el primer año es posible.

En los datos de asistencia que han facilitado, extrapolándolos a medio plazo, hay algunos que darían motivos para poner los vellitos de punta a Juan Carlos Cabrera, nuestro concejal de Movilidad. El más problemático es que la media de asistentes diarios está en 45.850 personas. El número de plazas de aparcamiento para vehículos en Lagoh es de 3.321. Resulta insuficiente, por muchas rotaciones que tengan y más multas que pongan. Esas previsiones pueden fallar más que De Jong ante una portería. El problema tiene dos soluciones: aumentar las plazas de aparcamiento y mejorar el transporte público.

La evolución se verá con fiabilidad en los primeros meses de 2020. Si se sigue llenando el Lagoh, será un negocio redondo. En las primeras semanas de sus actividades estuvieron a reventar otros centros comerciales, como Los Arcos, Nervión Plaza, y por supuesto el de Torre Sevilla, que también llenaba sus aparcamientos y dio quebraderos de cabeza a Cabrera y su guardia urbana. Incluso el de la plaza de Armas se llenaba las primeras semanas, y tenía un Mercadona que parecía una locomotora y que después se mudó al aire libre.

En el éxito comercial de los centros sevillanos influyen mucho la moda y las modas. En la moda, el Lagoh no sólo ha inaugurado el segundo Primark, con novedades, sino que aglutina en un solo espacio tiendas que están dispersas en otros centros comerciales de Sevilla y algunas más. Ofrece la ventaja de reunir todo en un solo centro. Pero no basta. Influyen las modas, o sea la novelería, que puede repercutir, o no, en la pérdida de clientes.

El recurso que le quedará a la competencia es diferenciarse. Sin olvidarnos de la comodidad. La gente se harta de los lugares incómodos. Por eso, un buen transporte público es vital para el Lagoh.

José Joaquín León