LAS obras de la calle Baños son espectaculares. ¡Quién la ha visto y quién la ve! Antes de las restricciones, esta era la vía de entrada al parking de El Corte Inglés, que había convertido la plaza de la Gavidia en el pórtico de este gran aparcamiento subterráneo. Pero no era sólo eso. También la principal vía de entrada desde la calle Torneo (que forma parte de la ronda de la Sevilla histórica) hasta el centro más céntrico y hasta los barrios de San Vicente y San Lorenzo. Se ha pasado de un extremo al otro. Las obras son necesarias, de vez en cuando. Ahora ya no se ven coches (aunque yo he visto algunos junto a las vallas, que no sé cómo pudieron llegar), sino que se aprecia un paisaje de campo de batalla. Como de un tsunami catalán sin barricadas.

Se han quejado los vecinos y los comerciantes, por las molestias. Según el calendario dinámico elaborado, terminarían a principios de diciembre, pero ya las han retrasado al primer trimestre de 2020. Es decir, que incluye las fiestas de Navidad, aunque seguro que estarán terminadas antes de Semana Santa, para evitar que se forme la marimorena. Los vecinos y los comerciantes de la calle Baños no tienen ese talante de ir a las Setas de la Encarnación a manifestarse. Si fueran vecinos de otros lugares más revoltosos se iban a enterar.

La calle Baños se ve llena de pasarelas, vallas, zanjas, recovecos… Allí queda bastante comercio pequeño y tradicional, no sólo bares, y cada uno tiene su valla y su pasarela y su zanja, y esas cosas que invitan al equilibrismo, y que son funestas para la accesibilidad. Aun siendo un sector de la ciudad donde viven muchas personas mayores. Está claro que una obra es una obra, pero esta es de gran incordio.

Y llegará el día después, cuando la inauguren el alcalde Juan Espadas y el delegado Juan Carlos Cabrera. Sobre el papel puede quedar preciosa, pero en la realidad ya la veremos. Con lo que se ve actualmente, resulta complicado hacerse una idea. Van a rebajar la acera, como es costumbre actual, y dicen que será semipeatonal. Eso es lo peor. Las calles semipeatonales son las más peligrosas. Porque el concepto semi todos lo aplican en beneficio propio: el peatón, el ciclista, el patinador, el motorista, el automovilista, el camionero del reparto… Empieza a ser más probable que te atropellen en una calle semipeatonal sevillana que en una con su acera de toda la vida, donde el territorio está marcado.

Y, al lado de la calle Baños, está la Gavidia, donde también tienen un espectáculo fino con las obras. Antes las hacían en verano, pero ya ocurre como con los pasos: hay obras extraordinarias todo el año.

José Joaquín León