VA a comenzar diciembre, un gran mes para la estación de Santa Justa. Es curioso que hablan mucho de ampliar el aeropuerto de San Pablo, pero poco de mejorar la estación. Ya está colapsada muchos días. En los fines de semana, puentes festivos y momentos especiales se forman colas que llegan hasta el vestíbulo, y en alguna ocasión hasta la calle. La estación se encuentra al borde de un ataque de nervios, dimensionada muy por debajo de la realidad actual. Y, para más inri, con proyectos en marcha para liberalizar los viajes de AVE entre Sevilla y Madrid, a partir de diciembre de 2020, que pueden condicionar a peor. Es decir, que el éxito la puede desgraciar.

La estación de Santa Justa fue inaugurada el 2 de mayo de 1991. Significa que pronto cumplirá 30 años y dejará de ser joven. Fue diseñada por los Antonios (Cruz y Ortiz), y supuso un gran éxito de crítica y público para estos arquitectos sevillanos. A pesar de que no se llevó a cabo todo el proyecto, que incluía la reurbanización del entorno, con una torre de 22 plantas y 70 metros de altura, entre otros equipamientos y viviendas. En el plan de reforma interior que ahora quiere poner en marcha el Ayuntamiento, parece que el principal objetivo es apuntalar la política de viviendas de Juan Espadas, con unos 500 pisos en su entorno, que se sumarían a otras promociones en la ciudad. También recuperaría el proyecto de la torre, si bien con 21 plantas y 66 metros de altura. Parecida a la de antes, pero un poco más encogida.

Una cosa es el urbanismo y otra el transporte. Hace falta reurbanizar el exterior. Y más falta que hará si algún día llega allí el Metro (estaba prevista una parada en la línea 2), que por supuesto debe ser mucho más prioritario que el tranvía. Sin embargo, para el transporte, hace falta reordenar la estación y ampliar sus capacidades. Actualmente hay 35 trenes de AVE gestionados por Renfe, que pueden aumentar a 52 en diciembre de 2020 (y a 61 en enero de 2022) cuando se incorporen las empresas ferroviarias de Francia e Italia, según lo previsto. Será difícil de asumir sin esa renovación urgente que ya es necesaria.

Santa Justa era una estación moderna, que jubiló a las antiguas de San Bernardo (o de Cádiz) y Plaza de Armas (o de Córdoba), pero que ya acusa el paso del tiempo. Es la tercera de España en viajeros, tras Madrid-Atocha y Barcelona-Sants, por lo que tiene una importancia objetiva (incluso superior al aeropuerto) para las conexiones de Sevilla con el resto de España. La remodelación de Santa Justa ya debería estar terminada. Pero, como suele suceder en Sevilla, vamos con retraso.

José Joaquín León