HOY y mañana son los últimos días para pagar peaje en la autopista AP-4 entre Sevilla y Cádiz. A partir del miércoles saldrá gratis. Los usuarios lo notaremos en el bolsillo y el Estado también. El 21% de los 7,45 euros que pagamos es para el IVA, además de que la empresa concesionaria hacía el mantenimiento, que ahora costará al Estado más de 150 millones de euros. También los ayuntamientos dejarán de cobrar el IBI. En la autopista AP-7, entre Alicante y Tarragona, va a suceder lo mismo desde el miércoles, así que ya veremos lo que tardan en establecer otras medidas compensatorias, o en subir el precio de la gasolina y el diesel contaminantes.

Lo bueno es que resultará más barato ir desde Sevilla al Carnaval de Cádiz, la Feria de Jerez y en verano a las playas gaditanas, entre otras ventajas. Y al revés también, como es lógico. Sin embargo, esta medida puede originar otras consecuencias preocupantes. La peor de todas ya la han entendido en algunos ayuntamientos de la provincia. Puede ser la excusa perfecta para que el Ministerio de Fomento, encabezado José Luis Ábalos (que ya ha cuantificado la disminución de ingresos por el IVA de los peajes en un 5%), decida no terminar, o ralentizar aún más, las obras para la autovía de la A-4 en el tramo entre Jerez y Dos Hermanas.

Las provincias de Sevilla y Cádiz necesitaban esa autovía A-4 completa desde hace tiempo. Con una autovía gratis y una autopista de peaje (a un precio más bajo) las dos provincias sureñas estarían bien comunicadas y a la altura de sus necesidades. Mantener una autovía y una autopista (ambas gratis) parece un lujo insostenible, por lo que probablemente se reconducirá. Bien porque la autopista vuelva a ser de pago, bien porque la autovía no se termine, bien por ambas cosas.

En paralelo, ha pasado casi desapercibida la apertura de otra carretera importante para la provincia. El tramo de la SE-40 entre Dos Hermanas y Alcalá de Guadaíra ya está operativo. Cuando la gente compruebe para lo que sirve, facilitará la descongestión de la SE-30, ya que quienes vengan desde Dos Hermanas, Los Palacios, Las Cabezas, Lebrija y más allá podrán enlazar mejor con la autovía del 92 hacia Málaga y Granada, y con la autovía de la A-4 hacia Madrid. Con esta obra también aumenta la necesidad de abrir completa la SE-40, lo que obliga a atravesar el río con los túneles o con el puente.

La A-4 y la SE-40 son dos obras públicas necesarias, en las que Sevilla sufre una década de retraso, y que no se deben enmascarar ni olvidar con el fin del peaje.

José Joaquín León