LA Semana Santa ha terminado. Ayer tampoco se celebró la corrida del Domingo de Resurrección en la plaza de la Real Maestranza, donde estaban anunciados Morante, Talavante y Roca Rey. Ahora los ojos se vuelven hacia la Feria. Aunque en Sevilla vemos que no se trata con igual medida a la Semana Santa que a la Feria. La organización de consumidores Facua (en la que hay significados militantes de Unidas Podemos) pidió al Consejo de Hermandades y Cofradías que devuelva el dinero de las sillas y palcos, y al Ayuntamiento que devuelva el dinero de las tasas de las casetas. Por supuesto, ambas peticiones no han tenido el mismo eco mediático, ni la misma respuesta. Recordaba Juan Carlos Cabrera, delegado de Fiestas Mayores, que la Feria no se suspende, sino que se aplaza al otoño. Pero eso habría que matizarlo.

Para empezar, a día de hoy, no se puede garantizar que la Feria se celebre en septiembre. Se supone que entonces ya no estaremos confinados, pero pudiera ocurrir que la evolución mundial de la pandemia fuerce a nuestras autoridades a no permitir todavía grandes concentraciones de masas, como la Feria. Son hipótesis (aplazarla a septiembre o suspenderla), en las que ahora no tenemos ninguna certeza.

En tal caso, se podría pensar que también es justo devolver el importe de las tasas de las casetas y volverlas a cobrar más adelante, en el hipotético caso de que se celebrara la Feria en otoño. Nadie lo ha reclamado, según dice Cabrera, pero eso dejaría más dinero en el bolsillo de los sevillanos a corto plazo, puestos a decir lo mismo que en las sillas y palcos. El montaje se ha interrumpido, así que ese servicio no se está prestando aún. Tampoco sabemos si algunos titulares de casetas renunciarían en septiembre. Cuando cambian las fechas en los espectáculos, se ofrece la devolución del precio de las entradas.

Entiendo la postura del Ayuntamiento. Lo que dice Juan Carlos Cabrera es muy coherente, porque ahorraría el doble trámite de devolver para ingresar. Es lo más acertado. Pero desde el punto de vista populista, no veo diferencias entre el caso de la Semana Santa y el de la Feria. Puesto que también se puede entender que el Consejo de Hermandades y Cofradías necesita un plazo para estudiar la repercusión jurídica y para que las hermandades decidan. No se trata de que Paco Vélez y los miembros del Consejo se queden con el dinero recaudado por la cara. No es eso.

En ambos casos, se espera que no le den coba a los sevillanos. Pero son casos delicados, no tan sencillos de resolver. Por eso hay que tener paciencia y esperar.

José Joaquín León