EL aeropuerto de Sevilla no había sido incluido entre los cinco en los que el mando único permitía los vuelos internacionales. En esa lista sólo estaban los de Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca, Málaga y Gran Canaria. Es decir, cinco de los seis que mueven más pasajeros internacionales en España. El alcalde, Juan Espadas, protestó y montó un agravio comparativo (en el PSOE también saben hacerlo, cuando les conviene) para el aeropuerto de Sevilla-San Pablo. El mando único de Pedro y Pablo reaccionó y lo incluyeron en la lista, junto al de Alicante-Elche (que es el quinto de España) y algunos más, quizá para disimular.

En el agravio que estaba montando Juan Espadas arremetió contra el aeropuerto de Málaga. No se sabe por qué, ya que es el primero de Andalucía y el cuarto de España en volumen de pasajeros, con más del doble que el de Sevilla, que no está entre los 10 primeros. Aunque hay que trabajar para que lo esté. Y no olvidar que llevan más de un año anunciando vuelos directos con EEUU y China para potenciar el turismo de lujo, sin que hayan llegado todavía. Hoy eso nos suena a cuento oriental.

De todos los argumentos que han dado, sólo hay uno que parece coherente e incluso rotundo. Sin vuelos internacionales, iban a dejar aisladas las actividades de Ryanair y de Airbus. Por lo demás, los vuelos internacionales de ahora no son como los de antes. No se permite la llegada de extranjeros para el turismo; y a los que vienen los confinan en una cuarentena con controles muy duros (eso dicen). Se supone que al aeropuerto de San Pablo, en estos días, no llegarán turistas para los hoteles cerrados. Sino que son para emergencias ineludibles (también eso dicen).

Otra cosa es lo que se ve. Como aquel vuelo de Iberia, abarrotado de pasajeros nacionales entre Madrid y Las Palmas. Se supone que iba lleno de madrileños esenciales y canarios volátiles, pero no reírse. Y luego están los alemanes, que van muy por delante. Con 8.049 muertos (menos de un tercio de los de España), están deseando irse de vacaciones al extranjero a partir del 15 de junio. Lufthansa quiere vuelos con Baleares ya. Es probable que los alemanes vayan a las playas españolas antes que los sevillanos a Matalascañas y a Chipiona. Tengan en cuenta que en España esas medidas las deciden sabios y científicos, según el ministro Illa.

Paciencia, Señor, y piedad. Van a llegar vuelos al aeropuerto, ¡qué bien! El fin de semana nos acercaremos a los 40 grados. En otros tiempos, los sevillanos se irían a las playas y a las piscinas. Ahora podrán ver aviones en Sevilla, pero sólo verlos.

José Joaquín León