EL ecologismo está de moda. Hemos leído en la prensa: los ecologistas ganan las elecciones municipales en Francia. Aunque no es exactamente así. Ha ganado el miedo al coronavirus, ya que la abstención batió un récord, alcanzó mayoría absoluta, con el 60%. Sólo votaron el 40% de los censados. Algunos ecologistas de los que han ganado son como la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, que sigue perteneciendo al Partido Socialista, pero se presentó a las elecciones como ecologista en una coalición de izquierdas, como se pudo presentar para salinera mayor en las fiestas del Carmen de San Fernando (Cádiz), donde nació. Los ecologistas han ganado en otras ciudades importantes. Y hasta el presidente Macron dice que él también va a ser ecologista. Por lo cual a Juan Espadas le auguro un futuro más verde que nunca.

Los socialistas sevillanos, desde Felipe González en Suresnes, siempre han mirado mucho al otro lado de los Pirineos. Mitterrand fue su faro y su guía en ciertos momentos. Los socialistas franceses están en franca decadencia, aunque siempre les quedará París, donde gobiernan desde 2001, primero con Bertrand Delanoë, y ahora con Anne Hidalgo, que se ha presentado como ecologista en común. No hace tanto contaba que iba a veranear a la chiclanera playa de La Barrosa y que almorzaba bocadillos de tortilla de patatas.

Eran otros tiempos. Todavía no había coronavirus como este Covid 19, y algunos médicos decían que no era necesario vacunarse contra la gripe. Me refiero a médicos de los que fumaban en las consultas. Eran otros médicos, y otros virus, y otros ecologistas, y otros alcaldes, y otros tiempos. Así que ahora, ante la ola de ecologismo que nos invade, la pregunta del millón para Juan Espadas es: ¿resultará ecologista el tranvía arboricida hasta Santa Justa? ¿Le podría costar un disgusto, cuando está en la idea de presentarse por tercera vez, y quién sabe si por cuarta, llegado el caso?

Aquí, cuando se habla de la bicicleta, casi siempre se recuerda a Carmen Llopart, por la derecha, y a Ricardo Marqués, por la izquierda, pioneros históricos, además de Antonio Gómez del Moral, un profesional. El carril bici pasó de ser un invento del maligno a un ejemplo para el mundo.

Pero ahora estamos en el momento arboricidio. Y prolifera un amplio elenco de asociaciones ecologistas dispuestas a lo que sea por salvar un árbol. Es evidente que el proyecto del tranvía a Santa Justa va a contramano (además, hay alternativas) y perseverar en ese error puede resultar fatal para la imagen ecológica de Espadas, que podría volver a ser Juan Serrucho.

José Joaquín León