LA gente atea se lo pierde, pero siendo capillita aprendes gramática parda y muchos detalles prácticos. Para las elecciones es una maravilla, pues se sabe que dos y dos son tres, o puede que dos y medio. Las elecciones del Eurogrupo que ha perdido Nadia Calviño eran como las elecciones del Consejo de Hermandades y Cofradías. Cuando hay tres candidaturas, ojú; porque siempre gana uno que no se espera. Y en las elecciones de las hermandades, como gana el que consigue más votos, es una simpleza pensar que un tercero en discordia no influye. En el Eurogrupo ha pasado lo mismo que en el Consejo cuando ganó Adolfo Arenas.

El Eurogrupo también se parece a Eurovisión, donde se vota en plan “amigos para siempre”, con los bálticos y los escandinavos, que son unos artistas. De modo que los tres países bálticos reunidos valen más que Alemania y Francia juntas. Pero en el Consejo de Cofradías es peor, porque en Eurovisión dicen los votos de cada país, y se intuye lo que va a pasar si vota Suecia o Dinamarca. Igual que ha pasado en el Eurogrupo con el candidato de Luxemburgo, Gramegna, que era el tercero en discordia, y lo votaron Holanda y Bélgica, sus vecinos, que después se pasaron al irlandés Paschal Donohoe, para fastidiar a España.

En el Consejo pasa como en el Eurogrupo, que el voto es secreto. Todavía no es telemático, pero como los jovencitos y jovencitas siguen sin ponerse mascarillas y algunos mayorcitos y mayorcitas tampoco, todo se andará, sí. Un voto secreto y telemático tiene su gracia. Al final, ganan las hermandades de Gloria, que son como países bálticos y escandinavos del voto capillita.

Dicen que Nadia Calviño perdió la votación frente al irlandés Donohoe, porque a algunos países les parecía demasiado radical de izquierdas. La pobre Nadia, a la que los podemitas consideran la voz del Íbex 35 en el Gobierno... Eso me recuerda lo que me dijo una vez un ex hermano mayor: “Todo el mundo cree que yo soy de Vox, pero a mí Vox me parece de extrema izquierda”. Igual le ha pasado a Nadia, a la que en Bruselas ven radical. Pues fíjense lo que les parecería Pablo Iglesias.

Nadia perdió por un solo voto, que esperaba y no se lo dieron. Un candidato de la Macarena me dijo: “Sólo te vota el 60% de los que te lo prometieron”. En el Consejo (como el voto es secreto, y se debe quedar bien) algunos se lo prometen a los dos o los tres candidatos. Parece que van a ganar sin bajarse del autobús de Tussam. Pero ese truco ya se conoce en la calle San Gregorio. El alcalde Juan se lo podría haber explicado al presidente Pedro. Votación secreta la carga el diablo, y ahí quedó.

José Joaquín León