LA transparencia tiene la culpa. Algunos dicen que el Reino Unido, Francia, Bélgica, Holanda, Alemania y cada día más países nos tienen en el punto de mira porque aquí cuentan incluso los contagios leves con pelos y señales, y parece que la gente se está muriendo por las calles. Como siempre, la culpa es del mensajero. Pero también es verídico que depende de la forma de contarlo. Según los datos que el SAS publicó, actualizando la semana, en Sevilla no hay ningún muerto por coronavirus desde hace 20 días, igual que en Málaga; en Cádiz desde hace 21 días y en Huelva desde hace 24 días. Así que ni en la provincia sevillana, ni en las playas de la costa andaluza donde veranean los sevillanos, se ha muerto nadie por el coronavirus desde hace tres semanas. Toquemos madera, porque nunca se sabe, y algunos están acumulando méritos.

Pero se puede presentar esa realidad de otro modo. En la provincia de Sevilla hay actualmente siete brotes que afectan a los cinco distritos sanitarios. En Sevilla capital sigue el brote vinculado a una comida familiar en Los Remedios, con 12 afectados y 6 en investigación, a los que se añaden los casos ya conocidos de contagios en Montellano (36 personas), Constantina, Tomares, Osuna y el nuevo de Gerena, con cuatro casos. Aunque sólo hay tres pacientes hospitalizados y dos en la UCI.

Es decir que los datos no son alarmantes. Sin embargo, hay alarmismo porque ha aumentado el número de contagios y crece el temor a que se desmadre. Comparadas con Aragón, Navarra y Cataluña, tanto Andalucía en general como Sevilla en particular son un paraíso. La incidencia de acumulados en 14 días es del 13,01, mientras que en España la media es de 47,05, en Aragón de 314,11, en Navarra de 136,19 y en Cataluña de 132,04 (si bien esos datos son poco fiables por las notificaciones extemporáneas de la Generalitat).

Cada cual está como está, y no por casualidad. Sevilla, Huelva y Cádiz eran las tres provincias andaluzas con menor tasa de contagios, pero en la provincia sevillana ha aumentado, y ya está por encima de las limítrofes costeras, y han aparecido más brotes y más contagios. Se debe al incumplimiento de medidas y al mal uso de las mascarillas cuando no eran obligatorias.

En Sevilla existe riesgo potencial si no se extrema el cuidado. Pero sin motivos para exagerar, porque no se está muriendo la gente, ni están a tope los hospitales, ni se ha descontrolado la pandemia. Es un momento de susto, pero no de muerte. Dependerá de todos que no vaya a peor. Y también es esencial que la Junta adopte las medidas necesarias, sin temor al qué dirán.

José Joaquín León