ENTRE tanto ajetreo, todo el mundo en general habla de Pablo Iglesias e Isabel Díaz Ayuso, incluso de las bronquitas del PP sevillano y del desmantelamiento abrupto de Ciudadanos. Así ha pasado a segundo plano la operación de acoso y derribo a Susana Díaz, que mantiene y acrecienta el PSOE desde la madrileña calle Ferraz. Esta operación, sin embargo, tiene una gran repercusión para Sevilla. Ha llegado el momento Espadas, después de que María Jesús haya dado el cante con sus pajaritos en la cabeza, por aquí y por allí, porque le gusta más Madrid. No sabemos si Iván Redondo, el gurú de moda, también se ocupa de ese encargo. Pronto podría convencer a los andaluces de que Juan Espadas es tan malagueño como sevillano, y se pirra por un trono (de los que antaño veían en Semana Santa, cuando salían procesiones). Hay gente que está en un momento aparición, de gran credulidad, y se lo traga todo.

Yo no sé si será por casualidad, pero en las últimas semanas mira cómo le están buscando las cosquillas a Fernando Rodríguez Villalobos, el presidente de la Diputación y defensor del pueblo de Susana. Intentando implicarlo en casos que están todavía confusos, y cuya vinculación personal tiene amplias posibilidades de no prosperar. El rol de Villalobos es estratégico para el susanismo en la provincia de Sevilla, el gran feudo del socialismo en Andalucía, la pesadilla del PP peleado.

Hasta el momento Pedro Sánchez no ha conseguido el control del sancta sanctorum del felipismo y el guerrismo, con sus secuelas del chavismo y el susanismo del PSOE triunfal. A pesar de intentarlo con el apoyo proclamado de Francisco Toscano y Alfonso Rodríguez Gómez de Celis. Pero aquí ha resistido aquel PSOE, el que desde el 28-F sacó el estandarte del andalucismo y la sevillanía para ser más fuertes en España. Aquí empezó todo… Y aquí le quieren dar la vuelta a la tortilla.

La operación de acoso y derribo a Susana Díaz continúa, y ahora con más opciones de prosperar porque ella no gobierna en la Junta y se disipa en la oposición. Esa es la madre del cordero que se presenta al sacrificio. Tiene consecuencias colaterales, que se verán en los próximos meses, y que pueden generar más turbulencias. ¿Abandonaría Espadas la Alcaldía? ¿Y quién sería el sustituto o la sustituta?

Juan Espadas no es un sanchista de manual, sino más bien lo contrario, en cuanto a sus creencias. Patrocinar a otro barón que le salga rana, como Emiliano, no es lo que más le conviene a Pedro. Aún queda partido, con muchas posibilidades de que el PSOE sevillano acabe perdiendo. O no…

José Joaquin León