EN este año de gracia de 2023 se conmemora el 775 aniversario de la conquista de Sevilla por el rey Fernando III el Santo y sus tropas. Con motivo de la restauración del culto cristiano, están celebrando un programa de actos extraordinarios. El Santo Entierro Grande se organizó con este motivo. El próximo sábado, día 25, también es santo, porque saldrá una procesión extraordinaria, con dos pasos: el de San Fernando y el de la Virgen de Valme, de Dos Hermanas, imagen tan fernandina. En Sevilla, todos los años organizan actos el 23 de noviembre, con la procesión de la espada. Y mañana se suma una función extraordinaria con la Virgen de los Reyes en el altar mayor. Son días extraordinarios.

Yo, que escribo artículos de cofradías desde hace 40 años (e incluso he ganado algunos premios), he visto muchas procesiones extraordinarias, pero ninguna con San Fernando y la Virgen de Valme. En Sevilla, lamentablemente, existe más devoción popular a San Judas Tadeo y San Pancracio que a San Fernando. Gran injusticia. Antonio Burgos ironizó sobre aquella anécdota de que la Semana Santa existe porque Pilato no evitó la muerte de Jesús. Pero, en verdad, la Semana Santa de Sevilla existe gracias a San Fernando. Si no hubiera conquistado la ciudad a los infieles, estaríamos aquí como en Marruecos o Argelia. Y la Operación Paso del Estrecho empezaría en Despeñaperros.

Está de moda despotricar contra las procesiones extraordinarias. No es novedoso. Suelen ser consideradas como una ordinariez todas, excepto las que organiza la hermandad de quien critica. Con las coronaciones canónicas, igual. Después de la Amargura y la Esperanza Macarena, no debieron permitir ninguna, excepto la dolorosa de su cofradía, por supuesto.

Al arzobispo Saiz Meneses lo critican por capillita. Al arzobispo Asenjo, cuando llegó, lo criticaron por no ser capillita. Cada sevillano tiene dentro a un presidente del gobierno, un entrenador y un arzobispo. Algunos parecen más papistas que el Papa Francisco. Cuando anunciaron el congreso de Piedad Popular, se preguntó si venía el Papa. ¡Tranquilos! Se supone que, si el Papa no viene a Sevilla a ver al Cachorro en la procesión extraordinaria, el Cachorro irá al Vaticano. Es como la leyenda de Juan Araújo con el Gran Poder. O como Mahoma y la montaña.

El domingo sale otra procesión extraordinaria. La Virgen del Patrocinio nunca ha salido a lo extraordinario; sólo el Viernes Santo. Muchos de los que critican estas procesiones van a verlas. Después dicen que no hay coherencia, ni mesura.

José Joaquín León