EN pocos días, hemos tenido un barómetro electoral andaluz del Centra y ayer uno español del CIS. Resultó alarmante ver a Juan Espadas indignado, diciendo que no se creía las encuestas del Centra, que dependen de la Consejería de Presidencia de la Junta de Andalucía. Con su incredulidad, ha avalado (por efecto boomerang) las críticas a las encuestas del CIS, que dependen del Ministerio de Presidencia del Gobierno. El presidente del CIS, José Félix Tezanos, fue puesto a dedo por Pedro Sánchez y es un reconocido militante socialista. Sánchez había incluido en 2017 a Tezanos en su Ejecutiva Federal, como secretario de Estudios y Programas. Es uno de sus gurús de referencia y depende del ministro Bolaños, el otro Félix de confianza.

El Centro de Estudios Andaluces depende de la Consejería de Presidencia y se le ha calificado como el CIS andaluz, a niveles coloquiales, aunque no se dedican sólo a hacer encuestas. El presidente del Patronato es el consejero Antonio Sanz, aunque también incluye a andaluces de reconocido prestigio, como José Calvo Poyatos, Javier Delmás o José Rodríguez de la Borbolla, entre otros, que no son militantes del PP. Su director gerente es el sociólogo Tristán Pertíñez.

Al expresar su incredulidad, Juan Espadas ha asumido que las encuestas son manipuladas. Se supone que Juanma Moreno sale favorecido en las del Centra andaluz, como Pedro Sánchez sale beneficiado en las encuestas del CIS nacional. Por lo que el PSOE o el PP, según, critican esas encuestas, y dicen que están manejadas por los responsables políticos que han colocado sus rivales. En ambos casos, se presupone una finalidad: engañar a la gente.

Recordemos la encuesta del Centra. Juanma Moreno podría obtener hasta 62 escaños para el PP, una mayoría absoluta tan abrumadora que parece exagerada. Y el PSOE de Juan Espadas podría descender hasta los 25 escaños, en el peor de los casos, lo que también parece exagerado.

Aunque más increíble es el barómetro que publicó ayer el CIS, según el cual el PSOE de Pedro Sánchez (con el 34,0% de los votos) ganaría las elecciones al PP de Feijóo (con el 32,1). Sumar (sin Podemos) sería tercero. La izquierda ganaría votos, según un sondeo realizado tras el acuerdo de amnistía con Junts. Y el líder mejor valorado de España es Pedro Sánchez.

Ese gran barómetro lo hubiera firmado la abuela de Pedro, en vez del CIS. Pero el problema no lo crean sólo los cocineros de encuestas, ni quienes las acusan de trucadas, sino también quienes le prestamos más atención de la poca que merecen.

José Joaquín León