VUELVO a escribirlo: para ser una gran ciudad, el primer problema de Sevilla no es el número de habitantes, sino la marginación en las infraestructuras. El transporte público es impropio de una gran ciudad, sufre carencias básicas. Y el más claro ejemplo es el Metro. Por supuesto, no resiste la comparación con Madrid y Barcelona, que son las dos grandes ciudades españolas, pero tampoco con Valencia y Bilbao, con las que Sevilla debería competir en pie de igualdad. Eso supone un lastre para la capital de Andalucía. Y el problema irá a peor, porque siguen construyendo barriadas en la periferia, como Palmas Altas y el Pítamo, que se suman a otras alejadas del centro, sin contar con servicio de Metro.

En Valencia hay seis líneas de Metro y cuatro de tranvía ligero en funcionamiento, que son gestionadas por Metrovalencia. Están previstas dos líneas más de tranvías ligeros. En total, dispondrán de 12 líneas. Conectan las zonas más céntricas con los municipios del entorno de Valencia. Por supuesto, el Metro llega al aeropuerto, enlaza con las estaciones de autobús, trenes de Cercanías y AVE, y funciona como nexo del transporte intermodal. Tiene 146 estaciones, de las cuales 38 son subterráneas y 108 están en superficie, la mayoría de ellas en la periferia.

En Bilbao, hay tres líneas de Metro funcionando. Es la cuarta de ciudad de España en líneas, tras Madrid, Barcelona y Valencia, pero es la tercera en número de viajeros, por delante de la valenciana. Proporciona servicios a zonas de ambos márgenes de la ría y a municipios próximos del Gran Bilbao, donde viven más de un millón de habitantes. Las dos primeras líneas son gestionadas por Metro Bilbao y la tercera por Euskotren, que conecta con las otras dos líneas en la estación intermodal de Casco Viejo. También ofrece enlaces con los tranvías y los trenes de Cercanías. Tiene 49 estaciones, de las que 31 son subterráneas y 18 de superficie.

Comparado con los metros de Valencia y Bilbao, el de Sevilla es penoso. Aquí sólo existe una línea construida, que conecta con la única línea de tranvías y con Cercanías en San Bernardo. Pero no llega a la estación de AVE de Santa Justa, ni al aeropuerto, ni a la estación de autobuses de Plaza de Armas, aunque sí a la del Prado, que intentaron suprimir. Sólo recorre la dirección Este-Oeste, y todavía no llega a los principales hospitales, ni a la mayoría de los barrios más habitados.

Sevilla quiere Metro. A ver si en Bruselas se enteran y contribuyen a la causa. Aunque no estaría mal que también se enteren los sevillanos y se movilicen.

José Joaquín León