TAN acostumbrados estamos a que los nuevos proyectos en Sevilla salgan mal que apenas se le presta atención cuando uno va adelante. Es lo que ocurre con el proyecto para la antigua fábrica de tabacos de Altadis y sus terrenos anexos. El 20 de febrero fue firmada la donación de la capilla a la Hermandad de las Cigarreras, gracias a las gestiones realizadas con la empresa KKH Property Investors, que fue la adjudicataria, y que tiene experiencia de remodelaciones en Madrid y Barcelona. Ante notario, firmaron la donación el presidente de la empresa, Josep María Farré, y el hermano mayor de las Cigarreras, José García Pastor, acompañados por el alcalde, José Luis Sanz. Porque no es una cesión, sino una donación. Significa que la hermandad, después de casi 60 años de estancia en esa capilla, por fin posee una sede propia, para arraigar y crecer en Los Remedios. Aunque eso es sólo la parte cofrade. Hay mucho más para la ciudad.

Esta es una operación que será muy importante para el barrio de Los Remedios. Ah, ¿pero Los Remedios es un barrio? La gente cree que es sólo la zona residencial de una derecha sevillana. Las señoras de Los Remedios, que merendaban por las tardes en Nova Roma, de las que escribía Antonio Burgos en los recuadros, y de las que contaba detallitos finos Conchichi Ribelles. Las señoras de Los Remedios eran, mayormente, las esposas de señores influyentes en la ciudad. Con el tiempo, se han jubilado e influyen menos, pero esa es otra historia. Los Remedios, en general, no ha funcionado como barrio, ni como nada. Es también el lugar donde viven los sufridores de la Feria. Está separado de Triana por la plaza de Cuba y por varios siglos. Esa plaza es la puerta de Los Remedios y no tiene nada que ver con los cubanos. Si acaso con los habanos de la antigua fábrica de tabacos, que fue cerrada por Altadis el día de los Inocentes de 2007.

En el lugar será construido un gran hotel de cinco estrellas de una cadena internacional y un edificio de oficinas. También habrá equipamientos en el edificio conocido como El Cubo. Y lo más vistoso: jardines y espacios públicos asomados al río. Además de la discutida pasarela que debe conectar Los Remedios con el paseo de las Delicias, entre los puentes actuales.

El proyecto es verdoso: aportará una nueva visión de Los Remedios, sin barreras, al otro lado del río. Y no sólo como un barrio residencial. Como es costumbre aquí, han intentado cargarse el proyecto, en el que intervendrán prestigiosos arquitectos. Todo lo nuevo ofende. Pero van en serio y ya han empezado las obras.

José Joaquín León