UNOS mangan y otros sufren las consecuencias. El Ministerio de Transportes está en el punto de mira de las mordidas. Y todo lo de ese Ministerio huele a chamusquina. Tenemos, en Sevilla, el puente del Centenario perpetuamente atascado, haya o no haya cumbre de la ONU. Tenemos el desastre de Renfe. El 1 de julio empezaban algunos afortunados las vacaciones, y era el día en que terminaban los abonos gratuitos para los trenes de medias distancias, y ha sido el día en que han sufrido otro caos en la alta velocidad. Sí, aquel AVE, que se inauguró en tiempos de Felipe González (ese anciano al que quieren expulsar del PSOE), y que fue la envidia de Europa. Ahora es el hazmerreír del mundo.

A ver qué dice el inefable ministro de Transportes, Óscar Puente, el sucesor de José Luis Ábalos. Sucesor en el Ministerio, no en el arte de birlibirloque. La penúltima vez que se estropeó el AVE en las líneas de Madrid a Andalucía dijo que había sido por un sabotaje. Nunca más se supo de los autores, a los que suponíamos un comando de ultraderechistas de la fachosfera, que no aceptaban los resultados de las elecciones, ni los arreglos de Santos Cerdán, ni la financiación singular en la España plural.

La avería de la alta velocidad, en la línea de Madrid y Barcelona a Sevilla, ha coincidido con la cumbre de la ONU. La gente quejándose por los atascos del tráfico en Sevilla y no sabían que los atascos del tren llegaban hasta Toledo. Dicen que es la primera vez que la Cumbre de Financiación al Desarrollo se organiza en un país que no es subdesarrollado. No reírse, que venían de Addis Abeba.

Y, para colmo, el día que inauguran la Cumbre de Financiación envían a Santos Cerdán a la cárcel de Soto del Real, por lo que hizo para su financiación. ¿Para financiar a quién? ¿Por qué lo encarcelan? ¿Se va a fugar como su amigo Puigdemont? Oiga, que viaje en el AVE, que hay menos riesgo de fugas. Y, además, a este Cerdán, nadie lo conocía de nada en la calle Ferraz. Es verdad que este hombre negociaba con todos. Pero allí nadie conoce a nadie.

Váyase en AVE, señor Sánchez. Renuncie al avión privado. Organizan una cumbre de la ONU en Sevilla, para ver cómo se financian los países pobres, pero le encarcelan al hombre de confianza, y no le salen las cuentas del 5%, y se estropean los trenes, y entra una ola de calor africano… La ley de Murphy. Cambió la conjunción astral: está gafado.

José Joaquín León