SE puede visitar, en esta semana otoñal, la Feria del Libro de Sevilla, que será clausurada el domingo, día de los Difuntos. Siguiendo la costumbre, funciona a modo de rogativas para atraer las lluvias. La Feria del Libro de Sevilla ha sido bautizada como Felise (ni Feliso, ni Felisa), jugando con las primeras sílabas. Es digno de encomio que los libros se han puesto de actualidad, gracias a la agraciada influencer María Pombo, que dijo que no le gusta leerlos. A partir de entonces, casi todos los articulistas han criticado a esta influencer; y ya puestos, también a Juan del Val, ganador del último Premio Planeta. Con lo cual están en entredicho los libros y la lectura. No es lo mismo leer a Virginia Woolf que a Megan Maxwell.
El Premio Planeta es el libro más vendido casi todos los años. Grandes escritores lo ganaron. En 1980, Juan Benet quedó finalista (no ganó, como Juan del Val), con El aire de un crimen, una novela policiaca que escribió en un mes, para mostrar la liviandad del best seller. Vendió más de 100.000 ejemplares, su mayor éxito. Desde luego esa novela no era como Saúl ante Samuel, del mismo autor. Juan Benet había ganado en 1969 el premio Biblioteca Breve con Una meditación, de la que se dijo que era la primera novela escrita en España sin un punto y aparte. Juan Benet declaró que Dostoievski era un tostón y que Borges no le gustaba demasiado. Otros piensan que el tostón era Juan Benet, aunque Javier Marías y otros de su pandilla le proclamaron el Faulkner español. He leído varias novelas de Juan Benet, y estoy de acuerdo en que Juan del Val no es discípulo suyo.
Visité la Felise el sábado pasado, y pude ver que la autora con más colas para firmar libros era Tamara Molina. También estaban solicitados el dúo de Iria G. Parente y Selene M. Pascual, así como Paul Pen y Andrea Longarela. Esas colas eran de jóvenes de la generación Z, no sé si votantes de Vox, como dicen las encuestas, pero también consumidores del bono cultural que regala el Gobierno progresista.
Dichos autores, ninguno de los cuales ha ganado todavía el Premio Planeta, tenían más éxito que cualquiera de los que van dando lecciones de literatura. Leí en una revista cultural que los lectores de la literatura considerada literaria no pasaban de 10.000 en España. Luis García Montero me dijo en una entrevista que ningún libro de poesía se vende tanto como una novela de tipo medio (o mediocre). Sin valorar si la poeta era Julia Uceda o la señorita Bebi.
Yo tengo una biblioteca con cientos de libros, muchos más que María Pombo, pero todos no son excelsos: lo importante es discernir qué libro leemos y si merece la pena.
José Joaquín León
