A los fans de Caperucita Roja, admiradores de Charles Perrault, compañeros de Juanma Moreno, y a todos los que gustan de que les cuenten un cuento, en general, les habrá dejado patidifusos (o patidifusas) esta noticia: ¡Que viene Primark! Es verdad que ya lo habían dicho en tropecientas ocasiones anteriores, que por fin se iba a instalar Primark en Sevilla, como si fuera lo máximo a lo que se podía aspirar, como si no tuvieran una tienda en Huelva y otra en Jerez, no tan lejos; como si en Sevilla no existieran otras firmas que venden lo mismo que Primark, que tampoco es como Chanel, sino una firma irlandesa de ropa económica, que tiene una flagship suntuosa en la Gran Vía de Madrid. Pero no se acabará el mundo, ni la milla de oro de la calle Tetuán.

Lo mejor de todo es que abrirán su tienda en el centro comercial de Torre Sevilla (antes Torre Pelli). Hace pocos días, se publicó que la llegada de Primark sería el principal atractivo para el nuevo centro comercial… de Palmas Altas. ¿Tú también, Palmas Altas? Es decir, que todos los megacentros comerciales que están construyendo en Sevilla, en los tiempos de la post burbuja, anuncian la llegada de Primark como si fuera el mesías de la moda económica. Antes de eso, también se había anunciado que negociaban para instalarse en la Comisaría de la Gavidia (se nota que no conocían el intríngulis del lugar). También fueron anunciados en la Avenida de la Constitución, que es el sitio preferido de los guiris.

Hasta que han apostado por la Torre Sevilla, predestinada a ser la Torre Maravilla (la Wonder Tower). Ya verán lo que ocurrirá cuando la Torre Maravilla tenga todas sus oficinas en funcionamiento, y el hotel con la licencia flamante en plena ocupación total, y el restaurante panorámico con todas las mesas reservadas, y el gran centro con sus 80 locales bien abiertos, en el que anuncian 1.500 empleos directos e indirectos. Es prácticamente seguro que ese día será dificilísimo encontrar un taxi en Sevilla, y que habrá atascos. A Juan Carlos Cabrera se le pondrán los vellitos de punta, pensando en el tráfico y en el Cecop que vela por nuestra seguridad. Habrá macetones y bolardos, por aquí y por allí.

Por eso, se ha advertido que viene Primark. Tienen la habilidad contrastada de que cuando llegan provocan una asombrosa expectación. Veremos si Caperucita acude en autobús, o se pierde en un atasco, o se queda sin taxi.

José Joaquín León