EL aeropuerto de Sevilla es manifiestamente mejorable, incluso en tiempos de la turismofobia. Aunque crece, no está todavía a la altura que necesita la ciudad. En el ranking de los aeropuertos de España de 2016, se quedó en el puesto 12, con 4.624.038 pasajeros. Está alejado de los primeros, y por debajo de Ibiza, Lanzarote, Valencia y Fuerteventura. El más importante de Andalucía, que es el de Málaga, ocupó el cuarto lugar, tras Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca. El aeropuerto malagueño registró 16.672.776 pasajeros, lo que equivale a casi cuatro veces más que Sevilla. También es verdad que entre los demás aeropuertos andaluces sólo dos, los de Almería y Jerez, se acercaron al millón de pasajeros.

Hay que tenerlo en cuenta para valorar la relación de Sevilla con su aeropuerto. Sorprende que las fuerzas vivas no le den el mismo apoyo que al puerto. Mientras se reclama el dragado utópico del río Guadalquivir, apenas interesa el aeropuerto. Sólo es noticioso por las broncas de taxistas, y por la creación esporádica de vuelos, que son insuficientes.

El turismo masivo de playa condiciona el ranking de los aeropuertos españoles. Ciudades como Valencia o Bilbao se encuentran a un nivel semejante al de Sevilla. Por otra parte, el AVE le ha restado muchos pasajeros en los desplazamientos a Madrid. Todo eso influye, pero no puede disimular sus carencias. El turismo de calidad (por el que intentan apostar con Andalusian Soul y otras iniciativas) viene por el aire, preferiblemente que por tierra o por mar. Unos chinos de Shanghái, o unos japoneses de Tokio, no es probable que lleguen por la A-92, o subiendo el Guadalquivir en un barco.

El consejero de Fomento, Felipe López, ha presentado como un gran avance la futura conexión de la estación de Santa Justa con el aeropuerto. ¿Por tren de Cercanías, o por tranvía? Porque lo del AVE transversal suena a broma. Encargar estudios resulta extemporáneo, ya que es una de las asignaturas pendientes en las infraestructuras desde la Expo 92. Sevilla ha perdido más de 25 años. La duda con el tranvía es pintoresca. Los principales aeropuertos españoles son accesibles en conexiones ferroviarias.

En las grandes capitales europeas también se puede ir en Metro. Pero en Sevilla no se llega en Metro ni al aeropuerto, ni a Santa Justa, ni a la Campana. Queda mucho por estudiar, por presupuestar y por inaugurar.

José Joaquín León