LOS indicios hacen suponer que el accidente del tren que circulaba de Málaga a Sevilla se pudo evitar. Simplemente no abriendo la vía y desplazando a los viajeros por carretera, como sucedió con un tren anterior. La vía había estado cortada hasta las 9:25, debido a las inundaciones originadas por la lluvia. El accidente ocurrió cerca, apenas 40 minutos después de quedar abierta. Según Adif, fue inevitable por el desbordamiento “súbito” de un arroyo. El vagón no llegó a volcar, lo que evitó un accidente con más víctimas de gravedad. Y también un escándalo para Adif y Renfe. Ayer ya hubo un amago de bronca política entre Susana Díaz y el ministro Íñigo de la Serna.

Es fácil juzgar a posteriori, pero a la vista está que quizá se cometió un error por precipitarse en la decisión de abrir la vía. En Arahal existía una previsión de alerta naranja, cayeron más de 100 litros por metro cuadrado en el casco urbano y había quedado inundado el entorno por desbordamientos de arroyos. No sólo afectó a la vía del tren, también a la autovía A-92, que fue cortada en sentido Sevilla. Esta situación nos llevaría a reflexionar sobre si es mejor pasarse de prudentes, aún a costa de incomodidades para los viajeros.

El siniestro también nos recuerda las peculiaridades del recorrido entre Sevilla y Málaga. El tren siniestrado era de media distancia, que tarda en torno a 2 horas y 30 minutos. Como otros con destino a Granada y Almería, circulan a través de Dos Hermanas, Marchena y Osuna para conectar con Antequera. Pero también se puede recorrer el trayecto en AVE, para lo cual hay que llegar hasta Córdoba. Está anunciado que en 2018 licitarán el baipás de Almodóvar del Río, anunciado como un gran avance, porque dejaría el trayecto de AVE entre Sevilla y Málaga en 1 hora y 35 minutos (20 minutos menos que ahora).

Sin embargo, se alardea menos de la gran vergüenza del ferrocarril en Sevilla, que ha sido renunciar a la conexión del AVE por Marchena y Osuna hasta Antequera, a pesar de que la Junta ha enterrado en ese proyecto 277,5 millones de euros. Además de reducir el tiempo de viaje hasta Málaga, hubiera servido para agilizar la Alta Velocidad hacia Andalucía oriental, beneficiando también a Granada y Almería, además de Málaga y Sevilla.

Por eso digo que ese recorrido parece gafado. No sólo por el accidente, sino por la incapacidad para crear un ferrocarril transversal de Alta Velocidad en Andalucía.

José Joaquín León