HA pasado otra Semana Santa, en la que se ha visto que los tiempos han cambiado una barbaridad. Antes, cuando se disputaba un partido de fútbol importante, aparecían imágenes y fotos de las ciudades vacías a esas horas. Sin embargo, este Sábado Santo las calles estaban llenas mientras se disputaba el Sevilla-Barcelona, uno de los partidazos de la temporada. Se volvió a ver la poca sensibilidad de la LFP de Tebas al programar un partido a la misma hora en que había cinco cofradías en las calles. Puestos a adelantarlo al sábado, por razones de calendario europeo, hubiera sido menos malo por la mañana. Curiosamente, en las calles hubo más afluencia que los Sábados Santos de otros años. Con lo que se vio que hay gente para todo.

El público sale en Semana Santa según unos criterios raros. Lo principal parece que es el buen tiempo. En  un día desapacible como el Viernes Santo, o una parte del Domingo de Ramos, se nota un bajonazo de asistencia. En la Madrugada influyó el factor del miedo. Se ha dado la curiosidad de que resultó más fácil ver en primera fila a la Macarena, la Amargura o el Cachorro que a otras cofradías en teoría con menos arraigo devocional. Hay un sector del público que sale a ver pasos. Sin importar el paso que se encuentren. O dependiendo de factores como el andar de los costaleros y las bandas y agrupaciones de música.

En los últimos días de la Semana Santa, se notó la afluencia de un sector de público despistado y turístico. Mientras que en los días laborables del Lunes, Martes y Miércoles Santo se nota la afluencia de un público procedente del entorno cofrade de 100 kilómetros a la redonda. El Martes Santo al revés tuvo un gran éxito de público para ver lo nunca visto, como la Candelaria con luz solar por los Jardines de Murillo. Y ha sido un acierto el cambio de horario de la Resurrección.

A partir de hoy, el alcalde Espadas y los concejales Cabrera y Muñoz valorarán la repercusión que ha tenido esta Semana Santa. En el Consejo, empezarán las discusiones hasta el año que viene si Dios quiere. Sainz de la Maza auguró cambios, pero sin definir todavía. La Madrugada ha salido bien, dentro de lo que cabe. En las tertulias se hablará de todo un poco, incluidos esos pasos coloridos de flores y con uvas que parecen del Corpus. Y esas bandas de paso de Cristo que parecen la banda sonora de una película de aventuras. En eso también hay gente para todo.

José Joaquín León