TRANQUILIDAD, señoras y señores, que no me he vuelto loco todavía. Con este título no quiero decir que Cádiz esté pasando ahora por su mejor momento, viendo lo que se ve, sino que en el Foro de Cádiz, que tuvo lugar el lunes en la Casa Pemán, se planteó esta interesante cuestión al ponente, que era Manuel Bustos, catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Cádiz. ¿Cuál fue el mejor momento de Cádiz en toda su historia? Se hablaba del Tricentenario de la Casa de la Contratación. Bustos lo pensó un poco, reconoció que barría para casa, y optó por el Cádiz del siglo XVIII, el Cádiz del comercio americano, el Cádiz que alcanzó altas cotas de prosperidad y cultura.

TENIENDO en cuenta el interés del Ayuntamiento por la reforma de la plaza de España, convendría que se fijaran bien en el Monumento de las Cortes de Cádiz. Es una herencia que todavía conserva la ciudad desde 1912. Es lo más vistoso que ha quedado de las celebraciones del Centenario de la Constitución de Cádiz. Es un monumento que actualmente presenta un estado lamentable y que necesita una restauración a fondo, con reposición de lo que se ha perdido, para que no se convierta definitivamente en las Ruinas del Cádiz de las Cortes y la Constitución de 1812. Es decir, para que no se transforme en algo esencialmente arqueológico.

NI bien, ni mal, sino todo lo contrario. El gran problema de Cádiz es que existe un vacío de poder. Desde los tiempos de Fermín Salvochea, Cayetano del Toro, Ramón de Carranza, José León de Carranza, incluso de Carlos Díaz, y evidentemente de Teófila Martínez (por citar sólo a algunos de los más conocidos) el alcalde o la alcaldesa de Cádiz han liderado la ciudad. Para bien o para mal, pues sobre gustos hay diferencias. El gran problema de José María González Santos es que no lidera nada. Y no es por falta de mayoría absoluta, sino porque cualquiera no puede ser un líder.

TENEMOS otro título: Cádiz se ha proclamado la ciudad más ruidosa de Andalucía en el ranking del Informe de Ruido de España 2016, elaborado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. En el conjunto de España ha ganado Vigo, resultando que Cádiz es la undécima; pero las 10 que tiene por delante son de otras comunidades autónomas. Los ruidos gaditanos no se están perdiendo. Así se ha reconocido oficialmente. Sorprende que un Ayuntamiento tan preocupado por el Medio Ambiente, la energía solar, las renovables y todo lo limpio mantenga a la ciudad tan sucia y tan ruidosa. O será todo de boquilla.

PARA terminar la trilogía del caos, voy a referirme a los nuevos hoteles gaditanos. La gente es muy derrotista. Creen que los últimos gaditanos se extinguirán antes de que se acabe el siglo XXI (yo hice los cálculos, según la tendencia, y es dudoso que quede algún habitante superviviente en el siglo XXII). Sin embargo, siendo esta una ciudad condenada a la extinción, resulta misterioso que de pronto tengamos un frenesí para abrir nuevos hoteles en Cádiz. Puestos a ver fantasmas, hasta vendieron uno en los presupuestos municipales de 2017.